Toda actividad humana tiene una consecuencia en el ambiente, la economía y la sociedad. En el contexto de la arquitectura, durante el diseño, construcción, operación y disposición final de espacios y objetos, se genera un impacto sobre los recursos naturales del sitio o lugar donde se encuentre alguno de los productos; por ello, es importante conocer las consecuencias a nivel de dilapidación de agua (conocido como huella hídrica) y emisiones contaminantes (conocido como huella de carbono).
El análisis del impacto ambiental de los espacios y objetos, con base en la huella hídrica y de carbono, será útil para medir el impacto local y global causado a la Tierra y evitar, en la medida de lo posible, seguir dañando al entorno, así como avanzar hacia un desarrollo sostenible y sustentable que permita al hombre coexistir con su entorno en armonía.
Huella hídrica y huella de carbono
Dentro de los estudios de ciclo de vida, se consideran dos casos especiales: la huella hídrica y la huella de carbono, cuya metodología determina el impacto total de la humanidad en el planeta e indica si ha sobrepasado o si está en los límites de la biocapacidad de la Tierra.
Sostenibilidad y rebasamiento
De acuerdo con el Reporte Bundtland (1987), la sostenibilidad es el “progreso de la sociedad que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades”, por lo cual involucra viabilidad económica, responsabilidad ambiental y justicia social.
En primera instancia, la huella ecológica es la medida del impacto de las actividades humanas sobre la naturaleza, representada por la superficie necesaria para producir los recursos y absorber los impactos de dicha actividad. Esta superficie incluye la tierra productiva o biocapacidad necesaria para los cultivos, el pastoreo y el suelo urbanizado, zonas pesqueras y bosques (el área de bosque requerida para absorber las emisiones de CO2 de carbono que los océanos no pueden absorber). Tanto la biocapacidad como la huella ecológica se expresan en una misma unidad: hectáreas globales (hag).
El agua que vemos no es la única que se consume, ya que la mayor cantidad del agua empleada se encuentra en los productos y servicios que se utilizan diariamente.
Debido a que la mayor parte del consumo de agua es indirecto, es necesario conocer las cantidades de agua que se encuentran detrás de la fabricación o elaboración de cada producto; por ello se creó el concepto de huella hídrica (HH), el cual es un indicador de toda el agua utilizada por el ser humano, es decir, para producir su comida, en procesos industriales y generación de energía, así como la que se ensucia y contamina a través de esos mismos procesos. Por ello, la HH puede aplicarse a productos, regiones, organizaciones o personas, y puede referirse a la producción o al consumo.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua, 2018), la HH considera únicamente el agua dulce y tiene cuatro componentes básicos:
Identificar estos datos permite analizar la HH; sin embargo, es necesario tomar en cuenta aspectos locales para dar un contexto real y útil al concepto, como los siguientes:
La HH considera el lugar de donde proviene el agua y, en función de ello, la clasifica en tres tipos:
Clasificación del agua según su procedencia
Para los países desarrollados, el nivel de consumo de bienes y servicios es alto; por ello, la huella hídrica por persona es grande debido al alto nivel adquisitivo, así como al consumo de carne y productos industrializados.
En contraparte, los países en desarrollo generalmente tienen huellas hídricas bajas, pero en algunas ocasiones tienen huellas hídricas altas por persona aunque sus niveles de consumo sean menores, ya que tienen una baja eficiencia en el uso del agua o condiciones climáticas desfavorables para el cultivo.
Revisa la huella hídrica por persona de cada país, y el porcentaje de huella hídrica global y de México por producto.
La huella hídrica por persona se presenta globalmente de la siguiente manera:
Conagua (2018). Huella hídrica global en por habitante [infografía]. Tomada de http://www.conagua.gob.mx/conagua07/Contenido/Documentos/Infograf%C3%ADa%20Huella%20H%C3%ADdrica.pdf
A nivel mundial, la HH de consumo per cápita se estima en 1,385 metros cúbicos por año (Semarnat, 2018). Los tres países norteamericanos se encuentran por encima de este promedio: Estados Unidos ocupa el octavo lugar, Canadá el 20 y México el 49 para este indicador. El consumo de productos agropecuarios compone la mayor parte de la HH de cada persona.
Semarnat (2018). Indicadores de huella hídrica en el mundo [ilustración]. Tomada de http://apps1.semarnat.gob.mx/dgeia/informe15/tema/cap1.html
El agua virtual propia que usa una nación para producir los bienes que consume, más el agua virtual que exporta, constituyen la huella hídrica de cada país. La huella hídrica promedio de México es de 1978 metros cúbicos por habitante por año, ligeramente superior al promedio mundial, que es de 1385 metros cúbicos (Semarnat, 2018).
Semarnat (2018). Indicadores de huella hídrica en México [ilustración]. Tomada de http://apps1.semarnat.gob.mx/dgeia/informe15/tema/cap1.html
En contraste con el enfoque de estudio de indicadores de agua virtual y huella hídrica, el análisis del ciclo de vida tiene como objetivo evaluar los impactos regionales, así como los volúmenes de agua utilizados a lo largo del ciclo de vida de un producto (Conagua, 2018).
Esta interpretación, diferente de la huella hídrica como un indicador volumétrico orientado al impacto, ha llevado a una fuerte disputa en la comunidad científica.
Perspectivas de la huella hídrica
Algunos académicos destacan la necesidad de una interpretación adicional, ya que un metro cúbico de consumo de agua de lluvia en Brasil no se compara con un metro cúbico de agua subterránea consumida en Egipto.
Cuando el estudio de huella hídrica se realiza como un análisis independiente, el alcance debe ser más amplio para abordar la mayor cantidad posible de impactos relacionados con el agua.
De acuerdo con las normas ISO 14040 y 14044, la huella de carbono de los productos (CFP) es un sistema que permite calcular la categoría y el potencial de calentamiento global o “cambio climático” en la evaluación del ciclo de vida de un producto.
Aunque la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) se ha llevado a cabo en el sector industrial, de transporte, empresarial y doméstico, es urgente reducirlos aún más, ya que en estos sectores aumentan continuamente, y están directamente relacionados con el comportamiento del consumidor.
[Huella de carbono] [ilustración] Tomada de https://triplenlace.com/2014/03/11/qu-es-la-huella-de-carbono-y-como-se-mide/
Por ejemplo, aunque la reducción del consumo de combustible de los automóviles es tarea de las empresas, es más importante para el sector doméstico la conciencia de los usuarios para aplicar medidas como el eco-drive, que incluye la parada de ralentí cuando el semáforo está en rojo y el “compartir automóvil”.
Para lograr un consumo sostenible, es importante mostrar a los consumidores la emisión de gases de efecto invernadero derivados de la operación y uso de espacios y objetos, que se denomina visualización de CO2.
La huella de carbono es una herramienta que muestra los gases de efecto de invernadero emanados de los espacios, bienes y alimentos diarios a los consumidores, de manera que se espera que racionalicen su consumo, ya que en otras palabras, la huella de carbono es una herramienta para avanzar hacia una sociedad sostenible mediante el cambio del comportamiento del consumidor y el diseño de productos con menor impacto ambiental.
Para aminorar la huella de carbono, deben hacerse consideraciones relacionadas con el diseño funcional del espacio o producto de manera que resulte en una operación eficiente (porque se reduce el consumo energético) y menos contaminante (al consumir menos energéticos se reducen los contaminantes emitidos). Por ello, se sugiere lo siguiente:
[Sugerencias para la reducción de huella de carbono] [ilustración]. Tomada de https://www.yolcar.es/wp-content/uploads/2017/05/huella-carbono-infografia.jpg
Toda actividad humana genera cambios en el ambiente; por ello, es indispensable usar indicadores que permitan calcular la cantidad de agua y las emisiones contaminantes que generan los productos utilizados para modificar comportamientos de consumo y diseñar productos más amigables con el ambiente.
Para desarrollar espacios y objetos sostenibles, es necesario usar indicadores que permitan calcular cuánto espacio se utiliza para realizar cierta actividad, cuánta agua se consume y cuántos productos se generan y desechan. Por ello, es importante diferenciar los aspectos que consideran para evaluar el impacto ambiental.
Fuentes de información
Básicas
Bibliografía
Farell, C., Turpin, S. y Suppen, N. (2011). Assessment of the Water Footprint of Wheat in Mexico [Evaluación de la Huella Hídrica del Trigo en México]. En M. Finkbeiner (Ed.). Towards Life Cycle Sustainability Management [Hacia la gestión de la sostenibilidad del ciclo de vida] (pp. 161-170). Heidelberg, Alemania: Springer.
Finkbeiner, M. (2011). Special Types of Life Cycle Assesment [Tipos especiales de evaluación del ciclo de vida]. Heidelberg, Alemania: Springer.
Hauschild, M. Z. y Huijbregts, M. A. J. (2014). Life Cycle Impact Assesment [Evaluación del impacto del ciclo de vida]. Heidelberg, Alemania: Springer.
Morera, S., Corominas, L., Poch, M., Aldaya, M. M. y Comas, J. (2016, 20 de enero). Water footprint assessment in wastewater treatment plants [Evaluación de la huella hídrica en plantas de tratamiento de aguas residuales]. Journal of Cleaner Production, 112(5), 4741-4748.
Documentos electronicos
Conagua (2018). El agua virtual y la huella hídrica [Versión electrónica]. México: Autor. Consultado el 17 de junio de 2019 de http://www.conagua.gob.mx/conagua07/Contenido/Documentos/Infograf%C3%ADa%20Huella%20H%C3%ADdrica.pdf
Semarnat (2018). Población y medio ambiente [Versión electrónica]. En Informe de la situación del medio ambiente en México (pp. 1-60). México: Autor. Consultado el 17 de junio de 2019 de http://apps1.semarnat.gob.mx/dgeia/informe15/tema/cap1.html
Sitios electrónicos
WWF. (s. f.). Sección: Huella ecológica. Consultado el 29 de mayo de 2019 de https://www.wwf.es/nuestro_trabajo_/informe_planeta_vivo/huella_ecologica/
Complementarias
Finkbeiner, M. (2011). Special Types of Life Cycle Assesment [Tipos especiales de evaluación del ciclo de vida]. Heidelberg, Alemania: Springer.
Cómo citar
Lira, A., Chávez, M. M. y Vilchis, S. R. S. (2019). Huella hídrica y huella de carbono. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/Facultad de Arquitectura-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo).