Conceptos Básicos de Diseño, Sustentabilidad y Áreas Verdes Públicas

Unidad de Apoyo para el Aprendizaje

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Introducción


Por increíble que parezca, definir la relación entre área verde y sustentabilidad es muy compleja, ya que, de entrada, en la Ciudad de México no contamos con datos actualizados sobre la superficie total de área verde, mucho menos sobre su situación fitosanitaria, grado de conservación, etc.

Por ello, para hablar de sustentabilidad y áreas verdes es muy importante comenzar por definir estos dos conceptos, desde el enfoque del diseño y la experiencia en arquitectura de paisaje.



Ilustraciones de Áreas verdes públicas

Sitios públicos y áreas verdes

Reconocer los conceptos y fundamentos teóricos principales para hablar sobre sustentabilidad en las áreas verdes públicas, mediante una revisión bibliográfica desde el enfoque ambiental, social y de diseño.

Para comenzar…


En el Distrito Federal (actualmente Ciudad de México), la Ley Ambiental de Protección a la Tierra, antes Ley Ambiental del Distrito Federal, aunada a la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, definen los siguientes conceptos:



Toda superficie cubierta de vegetación, natural o inducida, que se localice en el Distrito Federal.

Las áreas verdes o espacios abiertos jardinados, de uso público, ubicados dentro de suelo urbano o dentro de los límites administrativos de la zona urbana de los centros de población y poblados rurales en suelo de conservación, que contribuyen a mantener el equilibrio ecológico dentro de las demarcaciones en que se localizan, y que ofrecen, fundamentalmente, espacios recreativos para sus habitantes.

El proceso evaluable mediante criterios e indicadores de carácter ambiental, económico y social, que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de conservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera tal que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.

Toda pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al ambiente o a uno o más de sus componentes.





Es así como podemos identificar que la sustentabilidad promueve el equilibrio entre lo ambiental, social y económico; además, se enfoca, como primer objetivo, en el bienestar y calidad de vida de las personas y, en segundo término, en mantener una relación respetuosa y armónica con el medio.

Agregamos también que el desarrollo sustentable, en entornos urbanos, trabaja y vincula de manera conjunta cuatro ejes o líneas de acción: el crecimiento económico, el equilibrio ambiental, la equidad, y por último, la responsabilidad y eficiencia de las instituciones públicas (Aponte, 2007).

Al parecer, estos cuatro ejes no siempre están conectados, propiciando el deterioro del medio, la afectación al bienestar de las personas y, como consecuencia, la reducción de la calidad de vida, ya que ésta depende de las posibilidades para satisfacer las necesidades, expectativas y aspiraciones humanas.

Medio natural y medio social








“En el presente siglo, superada la discusión sobre la evolución humana y separados definitivamente los ámbitos de la naturaleza y los ámbitos de la cultura, en sus respectivas disciplinas científicas, retorna en las últimas décadas la relación naturaleza-cultura, de la mano de las preocupaciones ambientales. Ya no interesa cuán natural o cultural es el ser humano y por qué caminos evoluciona, sino lo que interesa es cómo se vincula el ser humano, en tanto ser cultural, en su proceso de desarrollo social y económico, con el ambiente físico y natural. En tanto ser cultural es, por lo tanto, responsable e implicado en sus actos y consecuencias en el medio natural y social. Esto remite necesariamente a repensar la concepción imperante desde el pensamiento iluminista, que concibe al hombre como dominador de la naturaleza, para poder extraer de ésta los recursos indispensables al progreso material.”
(cfr. Horkheimer, 1969).

A su vez, se comienza a rever, en las últimas décadas, la noción de desarrollo económico y social dominante, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, que se sustenta en la noción de progreso infinito y crecimiento ilimitado (Galafassi, 2001).



Dicho lo anterior, concluimos que todo grupo social define la manera en la que utiliza sus recursos, y toda cultura va dejando una huella significativa, como resultado del empleo de dichos recursos.



Esto no significa que cada generación va a satisfacer sus necesidades de la misma manera; pero sí resalta la importancia sobre la forma en cómo cada generación se relaciona con su medio ambiente y enfrenta el aprovechamiento, o no, de sus recursos.

De la misma manera, nos percatamos desde cuántos enfoques y perspectivas se visualiza la sustentabilidad en los entornos urbanos, por lo que resulta relevante establecer una definición desde la disciplina de la arquitectura de paisaje y desde el enfoque del diseño.

Por principio, debemos decir que esta definición no pone al hombre como centro principal y amo de la naturaleza; por el contrario, es parte de todos los cambios y transformaciones que se suscitan dentro de ese medio natural que lo alberga. Consideramos que entre más inteligente y capaz es el ser humano, de emplear de la mejor manera los recursos a su alcance, obtiene mayores beneficios y, por ende, la satisfacción de sus necesidades y aspiraciones.

Este enfoque concibe, entonces, al hombre como un componente más de la naturaleza, cuyos rasgos deben ser caracterizados, no por la agresión al medio que lo soporta, sino por una relación de respeto en la que el medio deja de ser un instrumento de explotación y consumo, para transformarse en un medio que, integrado a su ser mismo, responde de mejor manera a su bienestar y articula de mejor forma el ambiente óptimo para su habitar.

Según Freddy Alexis Aponte Páez (2007), en su artículo “La sustentabilidad urbana en las ciudades”, se puede ampliar la noción de sustentabilidad en diversas dimensiones; éstas son:











Por ello, la sustentabilidad ha ido creciendo, constituyendo un referente, así como un punto de partida para que disciplinas como la arquitectura, la arquitectura de paisaje y el urbanismo, entre otras, se integren como parte inherente a su quehacer profesional en la creación de entornos humanos más habitables.

Esta expansión del concepto nos permite, a su vez, definir la sustentabilidad urbana como “un estado de equilibrio entre las dimensiones social, económica y ambiental en el espacio de la ciudad” (Brugamann 1996, Girardet 1992, en Aponte, 2007, p. 11).

Las áreas verdes, por su parte, fueron creadas para acercar la naturaleza al hombre, satisfacer sus necesidades de salud, convivencia, esparcimiento, regulación de estrés y brindar casi los mismos beneficios ambientales que ésta produce en su entorno original.

Por tanto, la sustentabilidad de un espacio verde público tiene que ver con varios factores, no sólo ambientales, también sociales, culturales y económicos, que involucran las historias de vida de las personas, sus conductas, comportamientos, respuestas al entorno, así como tradiciones y memorias acumuladas en el tiempo.


Se muestra la vista aérea de un Espacio Público, en la que se aprecia la distribución y composición de las áreas verdes.

Vista aérea de Espacio Público

Espacio público


Según las Naciones Unidas, la población mundial ha crecido de una manera desmedida. Este aumento ha obligado a una migración de la población hacia las ciudades, lo que significa una gran explotación, tanto de los ecosistemas naturales, como del suelo de conservación para desarrollo urbano.

Ante esta situación, cada vez más alarmante, líderes de varios países y diversos organismos, como la OMS, UNESCO y ONU Hábitat, han firmado acuerdos y agendas de colaboración para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, otorgando, también, recursos en pro de la salud, inclusión, el desarrollo sostenible de las ciudades y el control del crecimiento urbano.

Dichos acuerdos y agendas han permeado en todas las escalas y ámbitos, siendo el urbanismo, la arquitectura y arquitectura de paisaje, de los más significativos y comprometidos en su ejercicio profesional. Por ende, y desde nuestro enfoque, lo sustentable en el espacio público debería considerar valores y atributos, además de una buena estructura ambiental y un buen nivel de mantenimiento y permeabilidad; así como la atención a una organización espacial interna que llegase a ser funcional e incluyente en todos los sentidos.



Pensado de esta manera, el espacio público tendría que formar todo un sistema de relaciones, vincularse con su contexto y con las personas que lo utilizan; permitir que éstas se identifiquen y se apropien de él, satisfagan sus necesidades, establezcan lazos, le otorguen un significado; asimismo, depositen en él sus anhelos y aspiraciones.

Finalmente, podemos definir que lo sustentable existe en el espacio público, siempre y cuando pueda definirse una relación directa con el ambiente, una relación estrecha con el entorno urbano que lo alberga y una relación significativa con las personas que lo habitan.


Esquema que ilustra los elementos necesarios para lograr sustentabilidad.

Esquema sustentabilidad


Actividad. Reconociendo paisajes urbanos

A lo largo de la unidad has revisado el concepto de sustentabilidad y cómo puede ser materializado a través de la aplicación de diferentes estrategias que afecten a diversos rubros.



Autoevaluación. Reafirmando la sustentabilidad

Esta actividad es una autoevaluación, cuya finalidad es que corrobores, de manera general, cuánto conoces, recuerdas y has aprendido sobre sustentabilidad en esta Unidad de Apoyo para el Aprendizaje.

Fuentes de información

Bibliografía

Borja, J. (2003). La ciudad conquistada. Madrid: Alianza.


Documentos electrónicos

Aponte, F. (2007). La sustentabilidad urbana en las ciudades. En Boletim Goiano de Geografía. Consultado el 21 de mayo de 2018 de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=337127147001

Durán, D. (2010). Marco teórico de la sustentabilidad ambiental. Consultado de https://www.ecoportal.net/temasespeciales/desarrollosustentable/las_dimensiones_de_la_sustentabilidad/

Glacken, J. (2001). Huellas en la playa de Rodas. Naturaleza y cultura en el pensamiento Occidental, desde la Antigüedad hasta finales del siglo XVIII. En Las preocupaciones por la relación Naturaleza-Sociedad. Ideas y teorías en los siglos XIX y XX. Una primera aproximación. Consultado el 21 de mayo de 2018 de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12400311

Horkheimer, M. y Adorno, T. (2001). Dialéctica del iluminismo. En Las preocupaciones por la relación Naturaleza-Sociedad. Ideas y teorías en los siglos XIX y XX. Una primera aproximación. Consultado el 21 de mayo de 2018 de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12400311


Legislaciones


Gaceta Oficial de la Ciudad de México. (2017). Ley Ambiental de Protección a la Tierra en el Distrito Federal. Consultado el 4 de mayo de 2018 de http://www.sedema.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/5a6/78d/cd4/5a678dcd46074958600092.pdf

Gaceta Oficial de la Ciudad de México. (2015). Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente. Consultado el 4 de mayo de 2018 de http://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Ciga/agenda/DOFsr/148.pdf


Sitios electrónicos


ONU. (12 de agosto de 2015). Naciones Unidas. Consultado el 15 de mayo de 2018 de www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/69/L.85


Cómo citar

Pastor, F. (2019). Conceptos básicos de diseño, sustentabilidad y áreas verdes públicas. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/Facultad de Arquitectura-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo)