Filósofas en México, Trayectorias, Relevancia Disciplinar, Importancia Social

Unidad de Apoyo para el Aprendizaje


Proyecto PAPIIT Clave: IN404319

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Introducción

Las justas exigencias de igualdad de las que toda sociedad tiene como prioridad su salvaguarda, han puesto de manifiesto, entre otras muchas deficiencias del sistema actual, la desigualdad en las voces de los grupos oprimidos a lo largo de una luenga tradición, fundada, entre muchos otros factores, en una formación parcial y unilateral respecto de lo que es el ser humano.

La filosofía, en tanto pretende trascender los límites del pensamiento unilateral, tiene en su haber la historia más portentosa de la crítica de los sistemas, de la injusticia y del mal; el motor del que proviene su fuerza para atacar las fallas de los grandes sistemas (sean estos sociales o filosóficos), no es otro que la fuerza de la razón para denunciar y corregir los errores de los malos hábitos históricos, entre los que el silencio o la ausencia de las voces femeninas que han constituido, constituyen y conforman a la filosofía como disciplina científica o académica en nuestro país, las han mantenido obnubiladas, silenciadas o, en el peor de los casos, las historias de la filosofía contemporánea han hecho caso omiso de su relevancia.

En nuestra época no hay sino un par de libros publicados, uno en el siglo XX y otro en el siglo XXI, dedicados especialmente a la exposición de la obra y la vida de las mujeres filósofas del siglo XX. Sólo uno en lengua española y dedicado únicamente al periodo de la filosofía moderna. ¿Cuál es la razón de este vacío de la disciplina? ¿Se trata de una representación justa de un hecho relacionado con la filosofía como disciplina en México o existe una versión diferente de ésta en la que sí es posible escuchar las voces de las mujeres filósofas en México de una manera sistemática?

El camino que tomará la argumentación de este ejercicio es el siguiente:

En el primer apartado se aborda la disciplina filosófica como herramienta de intelección y comprensión del mundo, así como también se destaca la necesidad del reconocimiento e inclusión del pensamiento que las mujeres filósofas han desarrollado en este campo disciplinar.

Encontrarás un catálogo propositivo e incipiente de las filósofas mexicanas de nuestra época (que evidentemente relaciona los siglos XX y XXI, por su interconexión histórica, y que, debido a su objeto de estudio, deberá de estar en constante transformación, por no decir, ampliación). En este primer catálogo encontrarás también, al menos, el título de un texto con el que podrás comenzar tu acercamiento a la compleja historia del pensamiento de las filósofas en México, en caso de estar interesada o interesado en comenzar la lectura de un buen libro de la disciplina, escrito por filósofas mujeres mexicanas.

Escuelas de pensamiento. Encontrarás otro cuadro con el que se señalan las relaciones y contenidos teóricos más representativos de los trabajos realizados por las filósofas nombradas. En este esquema estarán implícitas las relaciones internas entre las pensadoras y las escuelas –explícitamente o no– ya formadas y en funciones.

Al final, encontrarás una reflexión basada en un análisis de un magnífico fragmento de una filósofa mexicana cuyas aportaciones a la vida espiritual de México ofrece las razones necesarias para llevar nuestras miradas al pensamiento de las filósofas en un país cuya historia ciclópea está cambiando hacia un futuro más viable, más amplio, más integrador, incipientemente inclusivo y propositivamente tolerante.

Identificar la trayectoria de las filósofas en México durante el siglo XX y lo que va del XXI, mediante la revisión de su formación o profesionalización, así como en la fundación de sus escuelas de pensamiento y las implicaciones sociales de su actividad.

Delimitación preliminar: Filosofía y filósofas

Hasta hace algunos años, en México, la voz del desarrollo del pensamiento filosófico había sido preminentemente masculina. Esta situación unilateral, en definitiva, está cambiando. En nuestro país, la disciplina que tiene por tarea el pensar y que ha acompañado al desarrollo del autoconocimiento del ser humano desde que el ejercicio racional de nuestra especie puso como objeto de estudio al propio ser humano (dando con ello en temas y problemas tan imbricados como el de la justicia y su problemática posibilidad, la amistad y sus diferentes tipos, o el de la igualdad y su necesidad en la construcción de un Estado que busca la equidad como principio político, etc.), la filosofía, sí, se ha desarrollado tan significativamente en las últimas décadas, que las voces más nítidas y con mayor alcance, con sus correspondientes implicaciones prácticas, ya no son sólo masculinas.

Veamos una breve descripción del desarrollo y la relevancia del pensamiento y la obra de las filósofas mexicanas que en nuestro siglo han buscado no sólo que el pensamiento femenino comenzara a escucharse en medio de los foros de la disciplina, sino que, inclusive, con perspectivas diferentes y, quizá, más amplias que las de la voz de la filosofía tenida por hegemónica hasta el principio de la segunda mitad del siglo pasado, ha dado generosamente a nuestro país un ejemplo paradigmático de los resultados de la búsqueda de la igualdad en el orden del pensamiento, que como todo mundo sabe, es el punto de partida de la acción.

En esta breve exposición sobre las filósofas en México se consideran algunos datos muy específicos que te permitirán contar con los elementos necesarios para reconocer el pensamiento y la obra de las mujeres que han dedicado su vida a la conformación del pensamiento filosófico en México.

Filosofía y filósofas: Homenaje por partida doble

¿Quién no ha visto en las librerías o en los anaqueles virtuales un libro de filosofía que desde su título haga evidente que se trata de un homenaje de alguien? Esta clase de libros “como homenaje a” es muy recurrente en filosofía. Y no es incorrecto; todo lo contrario. En sentido estricto un homenaje es el reconocimiento que se le puede otorgar a una persona por los méritos extraordinarios o valiosos que quienes expresan tal reconocimiento encuentran en la obra, en los hechos o en la vida del homenajeado. En filosofía este tipo de libros se cuentan por decenas y su finalidad es valiosa en sí misma porque, ¿qué puede ser más humano que el agradecer a un maestro su generosidad por haber transmitido sus conocimientos o por haber ayudado a sus pupilos a crecer en todos los sentidos posibles con los principios correctos?

En una muy afortunada manera de reconocer y elogiar la trayectoria de un par de filósofos mexicanos, la Universidad Veracruzana dio a la luz un estupendo estudio llamado Filósofas de la modernidad temprana y la Ilustración. Homenaje a Laura Benítez y José Antonio Robles (2014). Este libro, sin lugar a dudas, marca un hito en los estudios de la historia de la filosofía, pues tuvo la osadía de dedicar todos sus esfuerzos al pensamiento femenino del periodo aludido en su título. Con este ejemplar la filosofía en lengua castellana reconoce por primera vez las voces exclusivamente femeninas de la filosofía de un determinado periodo histórico, evidenciando con antelación profética y con una singular necesidad teórica, evidente en nuestros días, el olvido en el que se encontraba el reconocimiento de la filosofía desarrollada por las mujeres filósofas en la historia de esta disciplina.

En este libro de homenaje se evidencia la riqueza del pensamiento femenino de los siglos XVII y XVIII, no meramente europeos, sino también del escenario mexicano; por ejemplo, con las observaciones desafiantes de Laura Benítez sobre la filosofía de sor Juana Inés de la Cruz.

Asimismo, la inmensidad de las cosmovisiones implícitas en cada una de las filósofas estudiadas en los diferentes capítulos (a saber, además de sor Juana Inés de la Cruz, Madame Guyon, Elizabeth de Bohemia, Margaret Cavendish, Catharine Trotter Cockburn, Damaris Cudworth, Émilie du Châtelet, Théroigne de Méricourt y Mary Wollstonecraft), así como el espíritu polémico inherente a su brillante intelecto, ofrecen un tamiz que evidencia no sólo la existencia del pensamiento filosófico femenino en la Época Moderna, sino una original genialidad en sus comprensiones del mundo físico, de la naturaleza humana, de la sociedad y de la ciencia.

Laura Benítez y su aporte a la visibilización de las filósofas en México

En algunas reflexiones sobre el filosofar de las mujeres en la modernidad temprana, Laura Benítez Grobet (2014) argumenta vívidamente un par de hechos que, a pesar de haber sido ya modificados en lo cuantitativo a lo largo de los últimos 40 años, no dejan de ser preocupantes en el aspecto cualitativo el día de hoy.

Hecho a)

Retrato de Laura Benítez
(s. a.) (s. f.). Laura Benítez [fotografía]. Tomada de https://www.gaceta.unam.mx/laura-benitez-grobet-historiadora-de-la-filosofia/
Por tomar en cuenta a las filósofas de la Modernidad y la Ilustración, no sólo porque también han formado parte de mis intereses filosóficos, sino por algo mucho más básico, el hecho de que, al ser mujeres, no siempre recibieron el reconocimiento intelectual que merecían, pero, sobre todo, porque al reconocerlas nos reconocemos a nosotras mismas como una parte importante del género humano dedicada a la filosofía. (Benítez, 2014, p. 14)

Esta idea es especialmente significativa porque con ella su autora está mostrando la característica de la relevancia de un problema en una investigación filosófica: […] un estudio filosófico deja de ser egocéntrico, y, por ende, limitado, cuando lo realizas no porque forme parte de tus intereses filosóficos, sino –como dice Laura Benítez– ‘por algo mucho más básico’ (Benítez, 2014, p. 14).

Con ello, se alude a una maravilla de la reflexión filosófica profunda, creativa, original: lo que se está confrontando desde sus raíces más profundas, más ocultas, más inhóspitas, incluso, más aparentemente cercanas y familiares, es el hecho de que, al ser mujeres, no siempre recibieron el reconocimiento intelectual que merecían (ibíd.). La autora está señalando aquí un hecho que, por su mera acusación consciente, la acción de no reconocer la valía del otro (en este caso, de las mujeres filósofas), como una especie de hábito ciego, se torna inaceptable para las nuevas versiones de nosotros mismos, de nuestras propias relaciones con nosotros y para con los otros, para las nuevas versiones de la familia y la comunidad.

La forma de ver el mundo de Benítez está en la posibilidad de una metamorfosis final que permitirá el perfeccionamiento de la conciencia de quien está segura que puede modificar su mundo por un pequeño cambio esencial, que consiste en que si tú reconoces a las mujeres que no fueron reconocidas en su momento histórico, tú, precisamente tú –mujer o filósofa de esta época–, y contigo todos aquellos que estén dispuestos a ver en este acto de justicia un modo de la generosidad que provee de valor al individuo humano, al reconocerles, nos estaremos reconociendo finalmente por completo. Se trata de un obsequio que se da a sí mismo el propio pensamiento, pues al reconocerlas nos reconocemos a nosotras mismas como una parte importante del género humano dedicada a la filosofía (ibíd.).

Hecho b)

El segundo hecho que Benítez ha detectado en su escrito y que es necesario enfatizar es que, hablando de las semejanzas y diferencias entre el reconocimiento otorgado a las mujeres filósofas del siglo XVII y el nuestro, pareciera que la situación no hubiese mejorado en absoluto. Por supuesto, esta es una exageración, y aunque sí se han dado cambios en el reconocimiento mutuo del ejercicio de la disciplina y profesionalización de las filósofas en nuestro país, los cambios son pequeños, quizás imperceptibles desde la perspectiva equivocada o carente de contexto.

Al decir de la autora:

Curiosamente, en el siglo XVII hubo un mayor reconocimiento a las mujeres filósofas que en el propio siglo XX. Así, en la Historia de Thomas Stanley, se mencionan 24 mujeres filósofas del mundo antiguo, mientras que Gilles, en la suya, alude a 70, entre las que se encuentran platonistas, académicas, dialécticas, cirenaicas, megáricas, epicúreas, cínicas, peripatéticas, estoicas y pitagóricas. Es posible que se puedan discutir los criterios de inclusión, pero es un hecho que era mayor el espíritu de inclusión que el de segregación. (Benítez, 2014, p. 15).

Definitivamente, en todos estos trabajos los criterios de inclusión son diferentes. Por ejemplo, en la obra monumental de Mary Ellen Waithe (1987), se discuten ampliamente las razones para justificar la inclusión de las mujeres filósofas, sobre todo, para las del periodo que va del siglo 600 a. C. y que abarca hasta el 500 d. C., esto es, para el volumen dedicado a las mujeres filósofas de la antigüedad. Resulta sumamente interesante comprender cómo llegó a darle forma a su criterio, y con éste, a su obra.

Retrato de Mary Ellen Waithe
(s. a.) (s. f.). Mary Ellen Waithe [fotografía]. Tomada de https://dailynous.com/2019/08/27/waithe-awarded-2019-elisabeth-bohemia-prize/
Nosotras somos filósofas, cuestionando y dudando, esto es lo que se espera que hacemos bien. (1987, I, p. xx) [traducción de Luis Antonio Velasco Guzmán].

Esta suposición razonable de lo que es la filosofía, le llevó a Mary Ellen Waithe a plantearse una serie de preguntas muy interesantes para encontrar explícitamente una justificación para su proyecto. Necesariamente, tuvo que cuestionar, en el entendido de que las mujeres también son filósofas, si no estaba llegando a una comprensión diferente de la naturaleza de la filosofía como resultado del autorreconocimiento derivado de las ideas de las mujeres o, en otras palabras:

¿En qué sentidos se puede entender que las mujeres han filosofado de manera diferente que los hombres?

La respuesta, por supuesto, se apoya en lo que puede considerarse una verdad incuestionable: unos y otras, los filósofos y las filósofas, ambos grupos, se han dedicado a la ética, a la metafísica, a la cosmología, a la epistemología, así como a las demás áreas de la filosofía (cfr. Waithe, 1987, I, p. 21). Por tal motivo, la filosofía se tendría que comprender de manera holística por los pensamientos filosóficos provenientes tanto de uno como de otro grupo, y sus resultados, correspondientemente, habrían de considerarse, sin recelo alguno, como filosofía.

A lo largo de la tradición filosófica hasta ahora, su exposición y comprensión de la manera de entender lo que era la filosofía había sido predominantemente masculinizante; sus voces, sus principios, sus expresiones, sus hipótesis y sus opiniones para suponer a quién se debía escuchar y a quién se le tenía que responder en los diversos diálogos filosóficos que iban construyéndose con el paso del tiempo a esta tradición, sin concientizarlo ni extrañarse de ello; se comenzó a mostrar una sola manera de pensar al filosofar, siendo ésta la de un solo género.

Sin embargo, todas las imposiciones unilaterales (sociales, económicas y, por qué no, también las de los prejuicios sobre a qué género le pertenece el filosofar o el ejercer abogacía o el conocer teología o el desarrollar las ciencias exactas, etc.) terminan por salir a la luz, primero, y por exigir un espacio equitativo después. No hay ninguna duda de que el esfuerzo sistemático y con elevadas pretensiones de universalización que diversos movimientos intelectuales y sociales están llevando a cabo en diversos escenarios del mundo por alcanzar un espacio equitativo en lo que a la generación de conocimiento filosófico se refiere, tomando en cuenta la diferencia genérica, está dando forma a lo que podría denominarse un acto de justicia intelectual.

Filósofas en México

Retrato de Carlos Pereda
(s. a.) (s. f.). Carlos Pereda [fotografía]. Tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Pereda

Resta por ver cuál es la situación de las filósofas en México en la actualidad; para ello, se retoma el texto de Carlos Pereda, investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), La filosofía en México en el siglo XX. Apuntes de un participante (2013).

Pereda (2013) trabaja las vetas más importantes del desarrollo intelectual y cultural de la nación y tiende lazos sobre los aportes más significativos de esta disciplina en el México del siglo XX.

En este libro puedes ver que el número de autores tratados, revisados, criticados, comentados, entre escritores, artistas, intelectuales, profesores e investigadores de diferentes disciplinas y con diversas credenciales geopolíticas, asciende a más de 600 personas, con las cuales este autor se ha relacionado como participante.

De las 518 menciones directas a las que hace referencia Carlos Pereda en su transitar por la filosofía en México en su texto, 47 de ellas son mujeres, entre filósofas, artistas, políticas, profesoras, investigadoras y escritoras; es decir que, desde la perspectiva del estudio de Carlos Pereda, sin lugar a dudas un referente de la vida cultural de nuestro tiempo, sólo un casi 10 % del total del mundo cultural exhibido en su libro (Pereda, 2013) son mujeres.

Este hallazgo cuantitativo nos exige reflexionar sobre un hecho cualitativo en relación con la filosofía en México y en especial sobre la participación de las filósofas en esta disciplina. Al parecer, la astuta observación de la siempre inteligente Laura Benítez respecto de que Curiosamente, en el siglo XVII hubo un mayor reconocimiento a las mujeres filósofas que en el propio siglo XX (Platas y Toledo, 2014, p. 15), es tan realista como justa. Y eso que con el estudio de Pereda estamos ante un juicio que depende de la mirada de un participante de la filosofía en México que se caracteriza decidida e indubitablemente por su inclusión, más que por la exclusión.

Otros estudios contemporáneos análogos al de Carlos Pereda, por ejemplo, son el de Gustavo Leyva (2018), investigador de indiscutible mérito de la Universidad Autónoma Metropolitana en México, quien sólo dedica en su voluminosa obra un excurso a una filósofa exiliada en nuestro país, María Zambrano, junto a Luis Villoro y Ramón Xirau.

Y otra vez la reflexión atinada de Laura Benítez nos permite salir de la perplejidad ante esta diferencia radical entre autores que tratan el panorama de la filosofía en México en el mismo periodo: Es posible que se puedan discutir los criterios de inclusión […] (Benítez, 2014, p. 9). respecto de las filósofas que han participado en la vida cultural, política e intelectual de un país y por supuesto, evitando caer en el sillón de juez, comprender con sus criterios la razón de las diferencias de inclusión de las voces femeninas en obras como la de un Carlos Pereda o la de un Gustavo Leyva, las cuales, en sí mismas, son un aporte valiosísimo al autoconocimiento del pueblo mexicano en relación con su cultura y su vida espiritual.

Después de este allanamiento del terreno, ahora me parece que es momento de exhibir los nombres y las afinidades teóricas de muchas filósofas que han desarrollado la vida del espíritu en el siglo XX y en lo que va del siglo XXI.

Pionera de la filosofía en México. Sor Juan Inés de la Cruz

En el mismo libro con el que se empezó esta presentación, Filósofas de la modernidad temprana y la Ilustración (Platas y Toledo, 2014, p. 14), Laura Benítez destaca el papel fundacional del pensamiento femenino en la Nueva España con la exhibición de la autora más insigne –culturalmente hablando– de toda la historia de la república de las letras mexicanas. En este mismo sentido se vuelve necesaria la inclusión de un muy breve apartado que, si bien por el periodo histórico de la autoridad de la que se tiene que hablar no está relacionado temporalmente con el tema de esta UAPA, sí lo está al ser considerado universalmente como punto de partida de cualquier genealogía del pensamiento de las filósofas en México. Así, veamos:

Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz
(s. a.) (s. f.). Sor Juana Inés de la Cruz [pintura]. Tomada de https://elpais.com/cultura/2017/11/12/actualidad/1510492770_526224.html

Copiosos nombres han de venir en la historia de las filósofas y pensadoras mexicanas, pero indiscutiblemente el primer lugar en toda la genealogía, por el tiempo y la importancia, estará ocupado siempre por el de sor Juana Inés de la Cruz, la Décima Musa, nombre inmortal con el que en la Historia Universal se le conoce a Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (1648-1695), oriunda de Tlalnepantla de Juárez. No existe una historia de la literatura ni una enciclopedia filosófica que no contenga una entrada a la obra de la Décima Musa. Octavio Paz (1984) le dedicó una monografía ilustre; poco antes que él, Don Alfonso Reyes (1970) ya había develado el tesoro mexicano.

En definitiva, existe un maremágnum de obras con opiniones diversas sobre la obra y la relevancia de sor Juana Inés de la Cruz. Los juicios que de la Décima Musa circulan en el mundo de las letras oscilan entre considerarla poeta o crítica de todas las cosas, diríamos ahora. “Mujer de letras” en analogía al “Homme de lettres” del periodo de la Ilustración francesa sería más adecuado en este caso. Waithe (1987, I, p. XVI) menciona justamente esta ambigüedad en términos muy claros: Sor Juana Inés de la Cruz, otra filósofa estudiada únicamente en tanto figura literaria ha sido publicada y comentada ampliamente sólo en la literatura secundaria [esto es, literatura no filosófica] (Waithe (1987, I, p. XVI). Por lo que, a pesar de su universalidad en las letras, pareciera indispensable un trabajo de justificación de su peso filosófico, lo cual resulta decididamente incorrecto tratándose de pensadores con carácter universalizante, como lo es el caso de sor Juana Inés de la Cruz.

Laura Benítez, entre muchos otros, ha trazado un camino muy interesante de sus aproximaciones al estudio del pensamiento filosófico de sor Juana Inés de la Cruz, en su “Algunas reflexiones sobre el filosofar de las mujeres en la modernidad temprana”, al que nos hemos estado refiriendo en esta UAPA.

Para saber más

Si te interesa una aproximación más detallada de las relaciones con el Barroco, con don Luis de Góngora y Argote, la historia de la Nueva España, los progresos de la ciencia en esta parte del mundo en el siglo XVII, su confrontación y uso de los temas clásicos de la literatura universal y los temas filosóficos modernos encubiertos mediante el bello manto poético de sor Juana Inés de la Cruz, te invitamos a revisar como punto de partida los estudios a los que se refiere Laura Benítez en su artículo, así como al estupendo texto de Sergio Fernández (1972), las bellas aproximaciones de Antonio Alatorre (2009) o también, si te interesan las monografías generales de la época, revisa los muy sugerentes textos de Carmen Rovira, profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Texto sugerido: Primero Sueño.

Catálogo inicial. Filósofas en México

La búsqueda de equidad numérica entre las y los participantes de la producción filosófica en los distintos centros, institutos y universidades del país tiene una historia muy joven aún. Algo sobre lo que, sin lugar a dudas, se debe trabajar sistemáticamente con proyectos transparentes y muy bien definidos de aquí en adelante. La importancia social y política de los últimos movimientos que han acusado una desigualdad de género en múltiples aspectos de la vida en México ahora requiere un análisis profundo de las raíces de dicho problema para ofrecer a la sociedad respuestas directas sobre los problemas que enfrentan las mujeres ante la desigualdad de oportunidades en todos los niveles y espacios imaginables. Las instituciones educativas más importantes de México han ofrecido respuestas ejemplares (si bien todavía son respuestas incipientes que deben mejorarse cualitativa y cuantitativamente), con las que buscan atender la desigualdad de género desde su respectivo fuero y organización interna en un proceso que se avizora muy a largo plazo.

En este sentido, al buscar los datos para un primer acercamiento de los nombres de las participantes mujeres que actualmente se encuentran generando el pensamiento filosófico en México, así como el desarrollo de la obra femenina en la filosofía, ha sido una tarea compleja; sin embargo, se deja ver un aspecto relevante en el desarrollo del pensamiento, obra y acciones de las mujeres filósofas en México: un primer punto, es que nos encontramos con un número considerable de colegas dedicadas a la investigación filosófica de primer nivel, a la producción y reproducción del conocimiento disciplinar en distintas áreas de especialización y en espacios tan diferentes que sus actuaciones se han diversificado exponencialmente con respecto a lo que se hacía hace apenas un par de décadas sobre estos mismos rubros; un segundo punto, si bien relacionado con el anterior, se evidencia un cambio interno muy interesante en el quehacer de la filosofía en México con ejes innovadores, cuyas teorías y perspectivas son especialmente desarrolladas por las mujeres filósofas, como lo es, por ejemplo, el de la equidad de género, precisamente.

Así, se desea dejar en claro que el catálogo de filósofas que aparece a continuación es apenas un boceto inicial que pretende iluminar la fuerza e importancia de la labor filosófica femenina en México. Podrás apreciar, también, que la mayor parte de las mujeres filósofas que aparecen en este catálogo son ubicables en sus centros de trabajo; la mayoría de ellas, en el centro del país. Eso tiene una razón histórica, y es que el centralismo del desarrollo de la república mexicana, así como de sus poderes, no ha sido erradicado de ninguna manera a lo largo de su historia. Por ende, las instituciones con más apoyo se encuentran en la Ciudad de México y los estados colindantes con ese centro geopolítico, por lo que no es sorprendente que el mayor número de mujeres filósofas no se encuentre en las periferias de esta megalópolis.

Así como esta razón geopolítica puede explicar el hecho de que el mayor número de mujeres filósofas se encuentra en el centro de la república mexicana, esto no quiere decir que no haya producción filosófica femenina en el interior de la república. Lo que este hecho sí evidencia, sin embargo, es que hay otros tipos de desigualdad entre los diferentes espacios geopolíticos y económicos constitutivos de la república mexicana, relacionados más con una peculiar repetición estructural hegemónica de cada una de las zonas en donde existen recursos para la educación, la investigación y la cultura.

En última instancia, el doble criterio que se tomó para conformar este catálogo incipiente de mujeres filósofas en México fue, primero, que formen parte de una institución de enseñanza superior o de algún posgrado y que se encuentren laborando en activo en alguno de sus posibles espacios oficiales y, segundo, que cuenten con una obra (incipiente o de largo aliento) que ofrezca la seguridad de que el catálogo de filósofas mexicanas de nuestra época sea el más verídico y bien fundado posible.

Sirva este catálogo de filósofas mexicanas como un primer y muy merecido homenaje por su labor en la producción y reproducción del conocimiento de esta disciplina científica en México, así como por la relevancia de sus investigaciones y conformación de grupos, seminarios y escuelas, de las que señalaremos algunas de las más representativas después de este espacio.

Escuelas de pensamiento

A continuación, te presentamos una semblanza mínima, pero muy representativa de los grupos cuyas integrantes han dirigido la vida filosófica y cultural en México desde hace poco más de tres décadas. Su trabajo, profundo y edificante, ha consolidado las bases de una cultura filosófica tolerante e incluyente, cuyo pensamiento ha derivado en vertientes, no sólo diferentes, sino hasta divergentes, de las posiciones originales de sus fundadoras (*). Estos grupos, con una tradición indiscutible en la historia del pensamiento filosófico en México, han aportado ideas originales en el campo de la historia de la filosofía, de la ética, de la filosofía política y de la filosofía de la mente. Evidentemente, existen muchos más grupos de trabajo cuyas líderes e integrantes se han diversificado en tantas investigaciones como problemas existentes, desde los que ocupan los escenarios más sobresalientes de la vida social y cultural de México, como los seminarios muy actuales de bioética, o de filosofía del derecho y justicia social, hasta los muy underground, relacionados con problemas de ética médica o de justicia social, donde el problema de la igualdad de género o el de la administración de recursos escasos ocupa los primeros lugares por escindirse naturalmente en una infinidad de aristas debido a su elevada complejidad. Evidentemente, como se decía desde el principio de esta UAPA, nuestra intención más importante no consiste en presentar un estudio exhaustivo y muy amplio de la importancia de la labor que han realizado las mujeres filósofas en un país como México, sino tan sólo tener una radiografía de su actividad intelectual, así como de las escuelas de pensamiento que se han generado gracias al trabajo consuetudinario de estos grupos.

A continuación, tienes a la vista un ejemplo de los grupos filosóficos con más tradición en la vida filosófica de México, cuyos aportes han generado escuelas filosóficas muy bien definidas, tanto por sus métodos como por sus problemas y peculiares tratamientos.

Escuelas formadas, grupos de trabajo y *formadora original

El aporte más significativo de esta escuela de pensamiento consiste no sólo en la búsqueda, análisis y defensa de las tesis de justicia social más relevantes para la vida práctica de una comunidad, sino también en la exigencia de los mejores medios, instrumentos y resoluciones de dichos problemas. Nada más importante que la teoría de la justicia para hacer posible una sociedad más funcional y equitativa. Véanse las obras más significativas de las integrantes de este grupo en el catálogo anterior.

  • Dieterlen Struck, Paulette*.
  • Di Castro Stringher, Elisabetta.
  • García González, Dora Elvira.
  • Rivera, Faviola.

La trayectoria de este grupo de trabajo en México es impresionante, pues va desde la investigación de los principios racionales del bien, hasta su concreción en la teoría contemporánea de lo bello. Si bien el punto de partida de este grupo fue inicialmente teórico, lo cual no se ha perdido a lo largo de las más de cinco décadas de su desarrollo con los trabajos del Seminario de Metafísica de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, sus derivaciones actuales al campo de la bioética, la medicina, el derecho, etc., no mienten sobre la complejidad en la que esta escuela de pensamiento se mueve para dar respuestas a la vida deontológica de nuestra realidad cotidiana.

  • González Valenzuela, Juliana*. Se trata de la primera mujer en recibir el premio internacional Eulalio Ferrer (2020-2021).
  • Aguilar Rivero, Mariflor.
  • Rivero Weber, Paulina.
  • Sagols, Lizbeth.

Este grupo dio inicio hace poco menos de cuatro décadas, abriendo brecha teórica al estudiar concretamente problemas de filosofía natural, especialmente de la modernidad temprana, y con el paso del tiempo ofreció una interpretación original e innovadora sobre la historia de la filosofía, disciplina particular que ha tenido requiebros en su devenir, por incluir el dilema teórico de si se trata realmente o no de una disciplina filosófica. Laura Benítez ofreció una singular idea sobre la interpretación de la historia de la filosofía al plantear la interesante versión de las vías de reflexión filosófica, con las que se cancelaba el dilema anejo de si hay una ruptura en las teorías filosóficas o no lo hay. Con ello, dio inicio una escuela de pensamiento incluyente que ofrecía una manera más amplia de explicación del desarrollo de la filosofía (en todos sus imbricados temas, epistemología, metafísica y filosofía natural, especialmente).

  • Benítez Grobet, Laura Aurora*.
  • Monroy Nasr, Zuraya.
  • Platas Benítez, Viridiana.
  • Velázquez Zaragoza, Soledad Alejandra.

La exponenciación de la sofisticación y precisión con la que los temas de la epistemología natural, la filosofía del lenguaje y una incipiente psicología de las emociones con las que se estaba replanteando el problema de la conciencia y del conocimiento humano, dio cabida desde hace poco más de tres décadas a este importante grupo de intelectuales y filósofas, con el que México ha sido reconocido a nivel internacional por sus contribuciones en la disciplina.

  • Hansberg Torres, Olbeth*.
  • Ezcurdia Olavarrieta, Maite (1966-2018).
  • Valdés Villarreal, Margarita.

Cabe señalar que las demás áreas o grupos en los que las demás filósofas podrían incluirse (como filosofía de la ciencia, filosofía antigua, estética, filosofía de la religión, etc.), aunque están organizados en sus seminarios y disciplinas especiales, aún no cuentan con la trayectoria con la que ya se distinguen ciertos grupos de pensamiento contemporáneo en México liderados por mujeres muy brillantes desde hace más de 30 años. Esta es la razón por la que en este momento no te presentamos más escuelas o grupos de investigación y estudio, pero indiscutiblemente, cada uno de estos espacios está generando conocimiento y tradiciones sobre la filosofía, a través del trabajo de las mujeres filósofas que coordinan todas estas actividades.

Por otro lado, la investigación que estamos presentando tiene sus bases en las organizaciones directas en las que las profesionales de la filosofía se han agrupado voluntariamente o tienen un nexo laboral institucional, pero aun así el número de filósofas participantes en estas organizaciones no es muy revelador. Por otro lado, cuando el número es significativo, el criterio de integración a la organización es sumamente amplio. Si quieres revisar lo que estoy afirmando respecto del primer caso, puedes buscar la página oficial de la Asociación Filosófica de México y constatar que en su presentación de los miembros activos aparecen 169 mujeres filósofas adscritas a alguna institución de educación superior, más 76 mujeres filósofas dedicadas a la enseñanza media superior. En el segundo caso, nos estamos refiriendo a la Red Mexicana de Mujeres Filósofas, impulsada por un movimiento internacional dirigido en México por la filósofa Ángeles Eraña Lagos, movimiento social cuyo eje busca la visibilización de las mujeres filósofas (estudiantes, amateurs, profesionales, etc.) ante el sistema hegemónico y neoliberal, y consecuentemente, su posible organización. En su página digital se contabilizaban 206 mujeres en México, al día 10 de septiembre de 2020.

Wikipedia, por último, cuando colocas en el buscador “filósofas mexicanas importantes”, aparecen los nombres de 15 personas (revisado el 10 de septiembre de 2020), lo cual evidencia la ausencia de visibilidad del trabajo realizado por las filósofas mexicanas en nuestro siglo.

Necesidad de la presencia de las filósofas

En uno de los apuntes de Carlos Pereda (2013) sobre el extraordinario libro Se busca heroína, de Paulina Rivero, deslumbra la siguiente observación: Lo que requiere la mujer de hoy es una literatura donde las mujeres no corran afanosamente hacia los hombres y se suiciden por ellos, sino mujeres que sean capaces de correr tras de sí mismas (p. 262). Esto quiere decir, a mi entender, en primer lugar, que Paulina Rivero está buscando no una heroína, sino el paradigma de heroína. En México se vuelve significativa esa búsqueda porque la tradición milenaria machista y sexista corre al lado de algunos episodios de la tradición literaria.

Por ejemplo, el caso de Penélope y de Odiseo, el primer episodio de la búsqueda de heroína en el libro de Paulina Rivero, ofrece una imagen que, vista a través del tamiz del mexicano, no puede conducir sino a lo que propone Carlos Pereda sobre el episodio estático de una Penélope esperando a su marido mientras teje y desteje, imagen posmoderna del aburrimiento. El aburrimiento no conduce a ninguna parte; es una forma de la opresión a uno mismo, y en el peor de los casos, se trata de un suicidio filosófico stricto sensu.

Lo que nuestra época requiere –según la apreciación de esta escritora y filósofa– es la cancelación de la cancelación de sí. La búsqueda de la antiheroína que, desafiante, se aventure a extraer de su ser el aburrimiento suicida para abrir paso a la praxis creativa de la vida, acción original, que busca por todos los medios crearse a sí misma y sostenerse sobre sus propios anhelos. La imagen de Paulina Rivero es maravillosa porque “correr tras de sí misma” implica un esfuerzo olvidado que puede llevar a su agente a encontrarse a sí misma. Paulina Rivero poéticamente y Laura Benítez ensayísticamente están anunciando una necesidad de género, la necesidad de reconocer-se (Benítez), así como la de encontrar-se (Rivero, 2007).

Reconocer lo que se es y lo que se puede llegar a ser, así como encontrar lo que se había perdido tras largos y sistemáticos olvidos, es lo que constituye el verdadero renacimiento de la filosofía y, tal como te lo acabo de mostrar, las filósofas mexicanas lo han entendido e intuido de tal forma que están trabajando en el advenimiento de la nueva época: igualitaria, equitativa y justa.

Conclusiones constructivas

Se ha analizado el papel que ha jugado el pensamiento filosófico femenino en general, tanto en la antigüedad como en la época contemporánea de nuestra realidad. Se ha mostrado también la ausencia de monografías temáticas sobre el pensamiento filosófico femenino en México. Pese al desinterés normal del sistema educativo y cultural mexicano por alimentar el pensamiento y la proyección teórica de las filósofas en México, se ha mostrado que existe ya una sólida tradición en la actividad esencial de las filósofas mexicanas: el pensar (entendido éste como punto de partida de la acción y ésta, a su vez, como el detonante de la transformación del mundo).

La investigación que te hemos presentado sobre las filósofas en México en el siglo XX y XXI muestra una irrupción del pensamiento femenino sin precedentes en la historia de la filosofía en México y el mundo. También evidencia la necesidad de un cambio de perspectiva hacia la labor de las filósofas donde se vuelva manifiesto tanto el reconocimiento como la inclusión en tanto características sin las cuales el nuevo mundo no sería posible de realizar.

Estimada lectora, apreciable lector, hemos llegado al final de nuestra exposición sobre las filósofas mujeres en la tradición filosófica, especialmente del México contemporáneo; con ella, esperamos que tengas una aproximación más clara de su situación, de sus grupos, de su relevancia para la vida cultural y científica de nuestro país, pero por sobre todas las cosas, que te hayas percatado de la importancia del reconocimiento que debemos hacer a la labor de los otros, en especial, de los grupos que han padecido social e históricamente un silenciamiento sistemático basado en costumbres unilaterales y hábitos prejuiciosos, como el caso de las mujeres filósofas en México.

Actividad 1. Filósofas

Ahora que has leído esta UAPA sobre la presencia y el reconocimiento del trabajo de las mujeres filósofas en México, te invitamos a que contestes el siguiente ejercicio de opción múltiple, para cotejar el grado de comprensión de la unidad.

Asimismo, cada respuesta que ofrezcas te dará una retroalimentación específica sobre los contenidos que hemos considerado que son los más relevantes para reforzar tu proceso cognitivo sobre la unidad.

¡Adelante!


Autoevaluación. Mujeres filósofas en la historia de la filosofía

Para cerrar esta unidad te invitamos a que respondas este último cuestionario, con el que estarías obteniendo una evaluación por la apropiación y comprensión de los conceptos básicos con los que articulamos para ti esta minúscula aportación a los estudios de género en el área de la filosofía en México.

Fuentes de información

Básicas

  • Benítez, L. (2014). Algunas reflexiones sobre el filosofar de las mujeres en la modernidad temprana (pp. 7-21). En V. Platas y L. Toledo (Coords.). Filósofas de la modernidad temprana y la Ilustración. Homenaje a Laura Benítez y José Antonio Robles. Universidad Veracruzana.
  • Leyva, G. (2018). La filosofía en México en el siglo XX. FCE.
  • Pereda, C. (2013). La filosofía en México en el siglo XX. Apuntes de un participante. SEP/Conaculta.
  • Platas, V. y Toledo, L. (Coords.). (2014). Filósofas de la modernidad temprana y la Ilustración. Homenaje a Laura Benítez y José Antonio Robles. Universidad Veracruzana.
  • Rivero, P. (2007). Se busca heroína. Ítaca.
  • Waithe, M. E. (Ed.). (1987). A History of Women Philosophers (IV volumes). Martinus Nijhoff Publishers.

Complementarias

  • Alatorre, A. (2009). Invitación a la lectura del Sueño de sor Juana. En J. I. de la Cruz. Primero Sueño. FCE.
  • De la Cruz, J. I. (2009) Primero Sueño (ed. A. Alatorre). FCE.
  • Paz, O. (1984). Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. FCE.
  • Reyes, A. (1970). Medallones. Espasa-Calpe.
  • Rovira, C. (1979). Eclécticos portugueses del siglo XVIII y algunas de sus influencias en América. UNAM.

Sitios de interés y relacionados

  • Asociación Filosófica de México, A. C.: afm-ac.mx
  • Observatorio Filosófico de México: ofmx.com.mx
  • Red de Mexicana de Mujeres Filósofas: reddem.org

Cómo citar

Velasco, L. A. (2021). Filósofas en México, trayectorias, relevancia disciplinar, importancia social. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/FES Acatlán-UNAM. (vínculo)