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Ocurrencia de la Enfermedad

Introducción


Como disciplina básica de la salud pública, la epidemiología estudia la frecuencia y distribución con la que se presentan los problemas de salud, así como los factores de riesgo que se asocian a éstos.

Conocer la frecuencia con la que enferman y mueren las personas permite definir las acciones de promoción de la salud, prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación que tendrá que implementar el médico general, de acuerdo con las características y factores de riesgo más comunes de los problemas de salud. Esta información le permitirá estar preparado con conocimientos y recursos médicos clínicos y de salud pública necesarios para ofrecer una atención de calidad en los niveles individual y colectivo.

Esquema que muestra las medidas de frecuencia que permiten la planeación de la atención médica.

Bases para realizar la labor médica a nivel individual y colectivo



En términos generales, la frecuencia determina el número de veces que se repite un fenómeno de salud por unidad de tiempo. En epidemiología, la frecuencia se mide en términos de morbilidad y mortalidad. La estadística es una herramienta fundamental de la epidemiología para conocer y calcular el número de casos de enfermedades, fenómenos de salud y muertes que ocurren en la población.


Identificar las medidas para calcular y describir la frecuencia con la que ocurren las causas de morbilidad y mortalidad en una población, con la finalidad de definir las acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Medidas de síntesis o resumen


La epidemiología utiliza las medidas estadísticas de síntesis, tasa, razón y proporción, con el fin de elaborar el cálculo de la frecuencia con que ocurren los fenómenos de enfermedad y muerte en los individuos, grupos y poblaciones.



Medidas de resumen: proporción, taza y razón.

Medidas de resumen



Descarga el archivo Medidas de resumen para conocer más acerca de este tipo de medidas.

Medidas de frecuencia


De manera general, a las medidas epidemiológicas que describen la frecuencia con que ocurren las enfermedades y muertes se les denomina medidas de morbilidad y mortalidad. Su cálculo siempre definirá la población, el tiempo y zona geográfica en que ocurren.

La morbilidad se calcula y describe a través de la prevalencia e incidencia; en cambio, la mortalidad puede ser general o específica. Además, existe una medida que expresa la gravedad de la enfermedad, denominada como letalidad.

Dentro de las medidas de frecuencia encontramos las siguientes:



Esquema con medidas de frecuencia.

Medidas de frecuencia



Morbilidad


La morbilidad hace referencia a la cantidad de personas o individuos considerados enfermos en un espacio y tiempo determinados. El resultado de su cálculo permite conocer la magnitud del problema de salud y, comparada a través del tiempo, valora la eficiencia en su prevención o control.

La morbilidad se conoce a través del número total de casos que ocurren por una enfermedad, así como por el número de casos nuevos.



Esquema con medidas de morbilidad: prevalencia e incidencia.

Medidas de morbilidad



Por su uso, la “incidencia es esencial para analizar la ocurrencia de eventos nuevos en las poblaciones y sus factores asociados. La prevalencia es esencial para planificar y organizar los servicios y recursos existentes, y obtener apoyo adicional cuando sea necesario” (Organización Panamericana de la Salud, p. 3).

Prevalencia


La prevalencia es la medida de frecuencia de morbilidad que describe el número de casos totales de una condición fisiológica normal (embarazos, menopausia, entre otros) o patológica (enfermedades, accidentes, adicciones, entre otros), los cuales ocurren en una población, en un lugar y tiempo específicos.

Se calcula a través de una proporción, y se expresa generalmente como el porcentaje de casos totales de un fenómeno de salud que ocurre en una población en un periodo o tiempo establecidos. Incluye los casos totales de los procesos diagnosticados previamente y que continúan presentes en el tiempo estudiado, más los casos nuevos que van ocurriendo dentro del mismo periodo (como todas las proporciones, no tiene dimensiones y nunca puede tomar valores menores de 0 o mayores de 1).

Como medida epidemiológica, permite realizar comparaciones entre distintas poblaciones o en una misma a través del tiempo. De este modo, en la construcción de esta medida se utiliza sólo una aproximación de la población total del área estudiada, ya que no siempre se conoce de manera precisa.

Los casos totales de un fenómeno de salud se miden con base en el tiempo en que se hace su registro.

Existen dos tipos de prevalencia:



Tipos de prevalencia

Prevalencia puntual


Los estudios transversales permiten conocer la prevalencia de los casos existentes, así como de los factores de riesgo, con relación en la población total observada en un momento en el tiempo. Están diseñados para conocer la ocurrencia de un fenómeno de salud en una población y bajo determinadas características; además, su medición se realiza en una sola ocasión, por lo que se requiere definir el tiempo puntual del estudio.

La prevalencia puntual es la medida que se utiliza en estos estudios. Se obtiene a través de una proporción, donde el numerador representa el número de casos existentes del problema de salud en estudio en un tiempo establecido, y en el denominador se considera a la población total estudiada en el mismo tiempo. El resultado permite valorar la probabilidad de que una persona con determinadas características definidas como factores de riesgo (biológicas, psicológicas, sociales, entre otros) sea un caso.

La fórmula para calcular la prevalencia puntual es la siguiente:





Revisa un ejemplo de su aplicación a continuación.

Un médico realizó su servicio social en una empresa dedicada al maquilado de textiles. La actividad laboral se realizaba por 185 trabajadoras distribuidas en tres turnos, con una jornada laboral de ocho horas en cada turno: matutino (de 6:00 a 14:00 horas), vespertino (de 14:00 a 22:00 horas) y nocturno (de 22:00 a 6:00 horas).

El médico sabía que la calidad del sueño es uno de los factores que intervienen de manera importante en la recuperación del desgaste físico ocasionado por el trabajo y las actividades cotidianas, lo cual repercute de manera importante en la salud física y mental de las personas. Por ello, consideró la necesidad de indagar si el turno afectaba la calidad del sueño, ya que algunas trabajadoras dormían de día por trabajar durante el turno nocturno.

Para conocer cómo era la calidad del sueño en las trabajadoras, de acuerdo con el turno en que laboraban, aplicó un estudio transversal, observacional y descriptivo durante el mes de agosto, auxiliándose de un instrumento ex profeso para ello.

De esta manera, consideró que el turno nocturno era factor de riesgo para la mala calidad del sueño de intensidad severa.

La medida de cálculo que utilizó fue la prevalencia puntual, ya que el estudio fue transversal y la medición se hizo en una sola ocasión en cada trabajadora durante el mes de agosto.

A continuación, se presentan los resultados del estudio realizado.

Aplicar instrumento

Vector (2020). Aplicar instrumento [ilustración]. Tomada de https://www.freepik.es/vector-gratis/paciente-femenino-consultorio_9175114.htm#page=1&query=consulta&position=17



Tabla 1: Distribución de las trabajadoras de acuerdo
con el turno en que laboran
Fábrica maquiladora de textiles, agosto 2020.

Turnos

Número

%

Matutino

82

44.3

Vespertino

58

31.3

Nocturno

45

24.4

Total

185

100.0

Tabla 1: Distribución de las trabajadoras de acuerdo con el turno en que laboran.



Cálculo de la proporción de trabajadoras por turno

Turno matutino: 82/185=0.443
44.3% de las trabajadoras laboraban en el turno matutino.

Turno vespertino: 58/185=0.313
31.3% de las trabajadoras laboraban en el turno vespertino.

Turno nocturno: 45/185=0.244
24.4% de las trabajadoras laboraban en el turno nocturno.

Tabla 2: Calidad del sueño de las trabajadoras de acuerdo con el
turno en que laboran
Fábrica maquiladora de textiles, agosto 2020.

Calidad de sueño

Turno matutino
Número

Turno vespertino
Número

Turno nocturno
Número

Total
Número %

Buena

52

31

5

88 47.0

Mala de intensidad moderada

26

22

16

64 35.0

Mala de intensidad severa

4

5

24

33 18.0

Total

82

58

45

185 (100)

Tabla 2: Calidad del sueño de las trabajadoras de acuerdo con el turno en que laboran



Para calcular la prevalencia puntual de la calidad del sueño de las trabajadoras del turno matutino, se sustituye la fórmula de la prevalencia puntual de la siguiente manera:



52/82=0.63 (100)=63 %



Interpretación: La calidad de sueño “buena” se observó en casi dos terceras partes de la población del turno matutino (63%).

A continuación, se presenta la forma en que se obtuvieron los resultados de la prevalencia de la calidad del sueño en las trabajadoras de cada turno (tabla 3).



Tabla 3: Prevalencia de la calidad de sueño de las trabajadoras de acuerdo con el turno laboral
Fábrica maquiladora de textiles, agosto 2020.

Calidad de sueño

Matutino

Vespertino

Nocturno

Número

%

Número

%

Número

%

Buena

52

63

31

53.4

5

11.1

Mala de
intensidad
moderada

26

32

22

38.0

16

35.6

Mala de
intensidad
severa

4

5

5

8.6

24

53.3

Total

82

100

58

100

45

100

Tabla 3: Prevalencia de la calidad de sueño de las trabajadoras de acuerdo con el turno laboral



Resultados


Respecto a la distribución por turno de la población trabajadora de la maquiladora textil, dos quintas partes laboraba en el matutino, casi una tercera parte en el vespertino, y cerca de la cuarta parte en el turno nocturno (tabla 1).

La prevalencia de la calidad del sueño en la población total de trabajadoras fue de “buena calidad” en casi la mitad de éstas (47%), “mala de intensidad moderada” en la tercera parte (35%), y casi en la quinta parte (18%) se encontró una calidad de sueño “mala de intensidad severa” (tabla 2).

De acuerdo con el turno, la calidad de sueño “buena” se observó en casi dos terceras partes de la población del turno matutino (63%), en poco más de la mitad de las trabajadoras del turno vespertino (53%) y sólo en la décima parte del turno nocturno (11%) (tabla 3).

En cuanto a la calidad del sueño “mala de intensidad severa”, se observó la mayor prevalencia en el turno nocturno, ya que más de la mitad de las trabajadoras la tenía (53%); en contraste con en el 5% encontrado en las trabajadoras del turno matutino y en menos de la décima parte del turno vespertino (8%) (tabla 3).

insomnio

Freepik. (2020). Problemas de sueño [ilustración]. Tomada de https://www.freepik.es/vector-gratis/concepto-insomnio-ilustrado_9878549.htm#page=1&query=cansancio&position=31



Con estos resultados, el médico ubicó que, aunque la prevalencia de la “calidad del sueño de intensidad severa” en el total de trabajadoras de la maquiladora era baja, al calcularla por turno, el mayor problema se encontraba en el nocturno, sin dejar de considerar que, aunque con menor frecuencia, había grupos de trabajadoras en riesgo en los turnos matutino y vespertino.

Por lo tanto, el médico inició la planeación de un programa de promoción de la calidad del sueño saludable, ya que los resultados le permitieron diseñar estrategias para las trabajadoras de cada turno, con base en las necesidades y características encontradas en el estudio.

sueño

Freepik. (2019). Dormir [ilustración]. Tomada de https://www.freepik.es/vector-gratis/fondo-plano-vista-superior-pose-dormir_4500838.htm#page=2&query=dormir&position=23



Prevalencia de periodo (lápsica)


La prevalencia de periodo identifica el número total de casos generados por un proceso fisiológico normal o patológico (embarazos, diabetes, hipertensión arterial, accidentes automovilísticos, entre otros) a lo largo de un periodo determinado: un año, cinco años, de 10 años, etcétera.

Su cálculo considera los casos de personas que tuvieron el evento en periodos anteriores y que todavía siguen siendo casos, así como los casos que van ocurriendo en el periodo establecido, es decir, existentes y nuevos. Se calcula a través de una proporción, y su expresión generalmente es en porcentaje. De este modo, el numerador está representado por el total de los casos antiguos y nuevos registrados durante el periodo especificado, y en el denominador se encuentra la población total observada al final del periodo de estudio.

La fórmula para calcular la prevalencia de periodo o lápsica es la siguiente:



Ahora revisa el siguiente ejemplo donde se aplica este tipo de prevalencia.

Un médico es contratado en una residencia de adultos mayores para dar atención a los problemas de salud que éstos presentan. La residencia se fundó en 2014, y tiene poco más de cinco años funcionando; así mismo, desde su inicio cuenta con servicio médico.

Actualmente, la habitan 150 adultos mayores, de los cuales la cuarta parte ingresó desde hace cinco años, y el resto durante los años posteriores. Uno de los aspectos que llamaron la atención del médico es que observó que un número importante de adultos mayores se movían con dificultad y con el apoyo de bastón, andadera, silla de ruedas, entre otros. El médico sabía que la discapacidad motriz es de gran importancia para la salud física y emocional de los adultos mayores, y que la falta de actividad física es la principal causa, ya que favorece el endurecimiento de las articulaciones, lo que afecta de manera importante la movilidad. Por ello, se dio a la tarea de conocer la prevalencia del problema y, en su caso, diseñar un programa de fortalecimiento de la movilidad física.

Los expedientes médicos fueron la fuente para obtener el número de casos totales de discapacidad motriz. El periodo de estudio fue de 2014 a 2020, encontrando 65 casos en este lapso.



residencia


Macrovctor. (2018). Residencia de adultos mayores [ilustración]. Tomada de https://www.freepik.es/vector-gratis/cartel-casa-ancianos-ancianos_3813174.htm#page=2&query=viejo&position=3



Realizó el cálculo de la prevalencia de periodo o lápsica:





Interpretación: La prevalencia de discapacidad motriz durante el periodo de 2014 a 2020 fue de 43 casos por cada 100 adultos mayores.

Con base en la prevalencia, el médico inició el diseño de un programa de fortalecimiento de la movilidad física, con la finalidad de disminuir el progreso desfavorable de la discapacidad encontrada y evitar nuevos casos.

Incidencia


La incidencia refleja la dinámica de ocurrencia de una enfermedad en una población expuesta a un factor de riesgo. Asimismo, su cálculo refiere el número de casos nuevos de una enfermedad en una población determinada durante un periodo y lugar específicos.

El cálculo de la incidencia en un estudio requiere asegurar que la población a quien se le va a dar seguimiento esté libre de la enfermedad o problema de salud a estudiar. De este modo, para conocer la frecuencia de casos nuevos de una enfermedad, existen dos tipos de medidas: incidencia acumulada y densidad de incidencia, también denominada tasa de incidencia.



Tipos de incidencia



A continuación, revisa el siguiente ejemplo, en el cual se presenta la fórmula para obtener estas medidas y los cálculos correspondientes.

Un grupo de investigadores tenía el interés de saber si la presencia de anticuerpos por el virus de la hepatitis C era causa para presentar cáncer en el hígado.

Para ello, diseñaron un estudio epidemiológico de cohorte, el cual se utiliza para valorar la relación causal entre un grupo de individuos que comparten una característica en común (factor de riesgo) y se encuentran libres de la enfermedad (efecto) que se quiere medir como consecuencia de la exposición.

En este estudio, la relación causal que se quiere medir es:

Esquema que muestra causa (Seropositividad a anticuerpos por hepatitis C) y efecto (Hepatocarcinoma).

Causa y efecto



Durante cinco años se siguió a 15 pacientes seropositivos a anticuerpos por el virus de la hepatitis C, midiendo la incidencia por hepatocarcinoma y el tiempo libre de la enfermedad que tuvo cada uno de los individuos estudiados (al inicio del estudio, se aseguraron los investigadores de que los pacientes estuvieran libres de dicha enfermedad).

Los resultados se observan en las tablas 1 y 2.



Tabla 1: Seguimiento de un grupo de pacientes seropositivos a anticuerpos contra el virus de hepatitis C, para evaluar la incidencia de hepatocarcinoma*

Tabla


Tabla 2: Casos de hepatocarcinoma y tiempo libre de la enfermedad observado

Paciente

Presencia de hepatocarcinoma 1

Tiempo libre de la enfermedad (años)

1

1

3.5

2

0

5

3

1

2.5

4

0

5

5

1

4.5

6

1

3.5

7

1

2.5

8

0

5

9

1

0.5

10

1

1.5

11

1

3.5

12

0

5

13

1

4.5

14

1

2.5

15

0

5

Total

10

54

1

0: No
1: Sí



Resultados

      • 10 pacientes desarrollaron hepatocarcinoma.

      • El tiempo libre de la enfermedad en los 15 pacientes fue de 54 años.

Para conocer la probabilidad de desarrollar hepatocarcinoma de los pacientes seropositivos a anticuerpos contra el virus de la hepatitis C de esta muestra, se calculó la incidencia acumulada.

Cálculo de la incidencia acumulada


La incidencia acumulada estima la probabilidad de que un individuo expuesto a un factor de riesgo desarrolle una enfermedad en un periodo de tiempo definido. Se calcula mediante una proporción que divide el número de personas que estuvieron expuestas a un factor de riesgo y desarrollaron la enfermedad (casos nuevos), entre el total personas expuestas al mismo factor (sanas y enfermas) durante un periodo determinado. Su interpretación puede ser en términos de proporción o porcentaje.

Fórmula de la incidencia acumulada (IA):





Al sustituir la fórmula con los datos del problema descrito, obtenemos lo siguiente:


IA =
10 / 15
= 0.66 (100) = 66%


  • 10 son los individuos que presentaron hepatocarcinoma en los cinco años de estudio.
  • 15 son los individuos totales de la muestra (población susceptible a desarrollar la enfermedad).

Interpretación: La probabilidad de desarrollar hepatocarcinoma de los pacientes seroposivos a anticuerpos para la hepatitis C durante los cinco años de seguimiento fue del 66%.

Además de conocer el riesgo de desarrollar la enfermedad por la exposición, para establecer con mayor precisión la relación causal, es importante medir la velocidad con la que se desarrolló el hepatocarcinoma en los pacientes seropositivos a anticuerpos contra hepatitis C. Con este propósito, se calculó la densidad de incidencia.



Cálculo de la densidad de incidencia


La densidad de incidencia es una tasa que evalúa la velocidad con la que aparece una enfermedad en un individuo expuesto a un factor de riesgo. Para calcularla, se divide el número de eventos nuevos ocurridos en los individuos expuestos a un factor de riesgo durante el periodo de estudio, entre la suma del tiempo total libre de la enfermedad observado en cada una de las personas estudiadas.

La fórmula para calcular la densidad de incidencia o tasa de incidencia es la siguiente:



Densidad de incidencia =
Número de casos nuevos de alguna enfermedad
en un periodo determinado
/ Suma de todos los tiempos libres de la enfermedad
de cada una de las personas estudiadas (tiempo-persona)


Al sustituir la fórmula con los datos del problema descrito, obtenemos lo siguiente:



Densidad de incidencia =
10 / 54
= 0.185 (100) =18.5 casos por 100 personas al año


  • 10 son las personas que desarrollaron hepatocarcinoma durante los cinco años de estudio.
  • 54 años es la suma total del tiempo libre de la enfermedad de cada una de las personas incluidas en el estudio.

Interpretación: La velocidad con la que aparecen los casos de hepatocarcinoma en pacientes seropositivos a los anticuerpos antihepatitis C es de 18 casos por 100 personas al año.

Además, se puede interpretar de la siguiente manera: Se observaron 18 casos de hepatocarcinoma por cada 100 personas en cada año de seguimiento.

Mortalidad


La mortalidad es una medida de ocurrencia que expresa la magnitud con la que se presenta la muerte en una población en un momento determinado. Permite conocer la dinámica de las muertes que sucedieron en las poblaciones a través del tiempo, y pueden compararse con otras poblaciones. Por lo tanto, la mortalidad es útil para estudiar enfermedades que provocan la muerte, especialmente cuando su letalidad es importante.

Su cálculo puede hacerse en forma general, incluyendo todas las causas de muerte en la población total, o puede llevarse a cabo en grupos definidos por la edad, sexo, por una causa específica, entre otras.

Se clasifica de la siguiente manera:

Medidas de mortalidad: general, específica y letalidad.

Medidas de mortalidad



Una de las características importantes que se debe medir en la mortalidad es la letalidad, la cual nos habla de la gravedad de la enfermedad.

Mortalidad general


La mortalidad general es el número de muertes ocurridas en un periodo determinado por todas las causas de enfermedad, en todos los grupos de edad y para ambos sexos (Moreno et ál, 2000, p. 341).

El certificado de defunción es la fuente de información que se utiliza para conocer el número y las causas por las que ocurrieron las muertes en un tiempo determinado.

La medida estadística que se utiliza para calcular la mortalidad es la tasa. Para facilitar su interpretación, la tasa siempre se multiplica por una constante de 10.

En la mortalidad general, el numerador está representado por el número de muertes ocurridas en un periodo dado, y el denominador, por la población total en la que éstas se presentaron en el mismo periodo. Su resultado expresa la probabilidad o riesgo que tiene una persona de una población de morir por cualquier causa sin importar la edad o sexo.

La fórmula es la siguiente:



Revisa el ejemplo:

De acuerdo con datos del INEGI, el número de muertes en México en el año 2018 fue de 722,611, y la población total en ese mismo año fue de 124,740,000.

Sustituyendo la fórmula:



Mortalidad general =
722,611 muertes en 2018 / 124,740,000 población total en 2018
= 0.00579 (10,000)= 57.9 x 10,000 habitantes


El resultado de la tasa mortalidad general se interpreta de la siguiente manera:

La probabilidad de morir por cualquier causa, edad y sexo en 2018 fue de 58 mexicanos por 10,000 habitantes (aunque puede utilizarse cualquier múltiplo de 10 como constante, la más utilizada en la mortalidad general es la de 10,000 habitantes).

La mortalidad general es un indicador muy importante para conocer de qué muere la población y qué acciones de salud se deben llevar a cabo para evitar las muertes. En México, en 2018, las tres principales causas de muerte fueron las enfermedades isquémicas del corazón (15%), la diabetes mellitus (14%) y las enfermedades del hígado (5.5%). Con este conocimiento, el médico general puede ubicar qué determinantes sociales y factores de riesgo favorecen estas enfermedades en la población general, lo que le permitirá diseñar programas para su modificación: alimentación, consumo de tabaco y alcohol, actividad física, entre otros.

Mortalidad específica


La mortalidad específica permite medir las muertes que ocurren en un periodo determinado en una población que comparte una o varias características, como edad, sexo, estado de la república o causa de enfermedad. Por ejemplo, el suicidio en adolescentes, homicidios por estado de la república, entre otros.

De la misma manera que la mortalidad general, la medida estadística que se utiliza para calcular la mortalidad específica es la tasa. Su denominación se hace con base en la o las características estudiadas, por ejemplo: tasa de mortalidad infantil, tasa de mortalidad materna, tasa de mortalidad por diabetes en adultos mayores, tasa de mortalidad de accidentes en el hogar en niños menores de 5 años, entre otras.

En la mortalidad específica, el denominador está constituido por la población total estimada a la mitad del año estudiado (01 de julio), la cual tiene la probabilidad de morir por compartir alguna(s) característica(s) en común; en el numerador se encuentran las muertes ocurridas en esa población. Su resultado expresa la probabilidad o riesgo que tiene una persona de morir por alguna o algunas características en común con la población a la que pertenece.

Su fórmula es la siguiente:

Mortalidad específica =
Total de muertes en un grupo de población con determinada(s)
característica(s) durante un momento dado
/ Población total estimada a la mitad del año estudiado (1 de julio)
del mismo grupo de población con determinada(s) característica(s)


Revisa los siguientes ejemplos.

Ejemplo 1
De acuerdo con proyecciones del INEGI, en México, para el 1 de julio de 2019 había 16,000,179 adultos mayores de 65 y más años, de los cuales, 420,655 murieron por alguna causa (INEGI, 2019).

El cálculo se realiza de acuerdo a lo siguiente:

Mortalidad específica =
420,655 muertes en personas
característica(s) de 65 años y más en 2019
/ 16,000,179 personas
de 65 años y más al 1 de julio de 2019
= (0.0262) 1,000=26.3


Interpretación: En México, en 2019 la probabilidad de morir de una persona de 65 años y más fue de 26.3 de cada 1,000 personas de la misma edad.

Ejemplo 2
En México, para el 1 de julio de 2018 había 33,521,433 personas de 15 a 24 años; en este grupo de edad, la primera causa de muerte fue por agresiones y homicidios, ocurriendo 7,631 muertes por esta causa (Indexnubdi, 2020).

Mortalidad específica =
7,631 muertes por agresiones y
homicidios en personas de 15 a 24 años
/ 33,521,433 personas de 15 a
24 años al 1 de julio de 2018
= 0.0002276 x 10,000= 2.28


Interpretación: En 2018, el riesgo de morir de las personas de 15 a 24 años por agresiones y homicidios fue de 2.28 de cada 10,000 personas de la misma edad.

El cálculo de la mortalidad específica es de gran utilidad para saber cuáles son las enfermedades que están produciendo muertes en grupos de edad en específico, en el sexo femenino o en el masculino, entre otros. Por ejemplo, en 2018, el total de defunciones de menores de un año fue de 18,015 casos, ocurrieron 12,099 (67.2%) muertes por afecciones originadas en el periodo perinatal y 5,915 (32.8%) por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas.

En el mismo año, las entidades federativas con mayores tasas de mortalidad por cada 10,000 habitantes fueron: la Ciudad de México con 85, Chihuahua con 66, y Colima con 63. En contraparte, las entidades de tasas más bajas ocurrieron en Quintana Roo con 43, seguida de la Ciudad de México con 45, y Baja California Sur con 46.

Para el médico general, conocer la ocurrencia de muertes en los grupos de riesgo por edad, sexo, entidad federativa, entre otros le permitirá planear los recursos y orientar las acciones de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad de forma específica.

Letalidad


Este tipo de medida hace referencia a la gravedad de los problemas de salud que padece la población; además, expresa los casos que murieron por tener una enfermedad, accidente o algún proceso fisiológico específico en un periodo determinado.

Podemos definir la letalidad como la proporción de casos de un problema de salud específico que resultan mortales con respecto al total de casos en un periodo determinado.

La medida indica la importancia que tiene el problema de salud en términos de su capacidad para producir la muerte, y se calcula de la siguiente manera:



La letalidad mide el riesgo que tiene una persona de morir por tener algún problema de salud. Asimismo, se reporta como la proporción de muertes de una causa específica con respecto al total de enfermos por esta.

A continuación, se presenta un ejemplo.

En un estudio efectuado para conocer la importancia que tiene la ingesta de alcohol en la mortalidad por accidentes de tráfico, un investigador detalló que en México, los jueves, viernes y sábado por la noche, se movilizan alrededor de 200,000 conductores bajo la influencia del alcohol, contando con 55 muertes diarias por este motivo.

Sustituyendo los datos en la fórmula:



Letalidad =
165 muertes de conductores
bajo la influencia de alcohol
/ 200,000 conductores bajo la influencia
de alcohol
= (0.000825) 10,000=8.25


Interpretación: La probabilidad de morir en un accidente de tráfico por conducir bajo la influencia del alcohol en jueves, viernes o sábado es de 8.25 muertes por cada 10,000 conductores con esas características.

El cálculo de la letalidad es de gran utilidad para la prevención de muertes en enfermedades reconocidas como graves; por ejemplo, la cardiopatía isquémica es la causa más importante de mortalidad, morbilidad y hospitalización en el mundo, y de manera particular en nuestro país. Su letalidad se modifica de acuerdo con la atención que reciben las personas, la edad que tienen y los factores de riesgo asociados. Se sabe que la letalidad por infarto agudo al miocardio aumenta en personas que no son hospitalizadas, mayores de 74 años, y en quienes tienen como factores de riesgo el consumo de tabaco, una alimentación alta en grasas y sedentarismo (Vázquez et ál., 2018).

En resumen


Cuando se refiere a las medidas de morbilidad y mortalidad, es común que se exprese que éstas evalúan la frecuencia con que ocurren las enfermedades y muertes en una población. Sin embargo, es importante aclarar que las causas por las que ocurren pueden ser originadas por diversos eventos o problemas de salud, y no sólo por enfermedades; por ejemplo: embarazo, accidentes, violencias, homicidios o adicciones, entre otros. Es importante tener presente lo anterior, ya que generalmente se habla de ocurrencia de la enfermedad y, aunque no es lo mismo, se utiliza como un término que incluye a todos los problemas de salud, independientemente de si se trata de un proceso fisiológico normal o patológico, o un daño de origen externo.

Determinar la ocurrencia de una enfermedad, trastorno o muerte es fundamental para conocer la magnitud con la que éstas se presentan en relación con el tamaño de una población en riesgo.

Después de haber revisado las medidas de frecuencia y conocer su aplicación en el estudio de la ocurrencia de los fenómenos de salud en términos de morbilidad y mortalidad, es necesario ubicar su utilidad para tu práctica médica, ya que el conocimiento de la prevalencia e incidencia de los problemas de salud y de las causas de mortalidad general y específica, así como de la gravedad de los daños a la salud, te permitirán orientar la definición de las acciones de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad que deberás llevar a cabo en las poblaciones en riesgo.

Actividad 1. Identificar las diferentes medidas morbilidad

Como ya revisaste, las medidas de morbilidad hacen referencia al total de casos existentes y/o nuevos de un problema de salud en un tiempo y espacio determinados.



Actividad 2. Utilidad de las medidas de mortalidad

Las medidas de mortalidad te permitirán identificar la magnitud de los fallecimientos que ocurren en una población en un periodo determinado.



Autoevaluación. Reporte de una estancia médica

Las medidas de morbilidad y mortalidad le permiten al personal médico tener datos concretos respecto a cómo se comporta un fenómeno de salud en una colectividad y, de esta manera, tomar decisiones sobre las acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad a seguir.

Para integrar los conocimientos de esta unidad, lee el caso “Una estancia en un poblado de Michoacán”, y ayuda al médico a realizar su reporte utilizando los datos que registró.

Fuentes de información

Bibliografía

Moreno, A., López, S. y Corcho, A. (2000). Principales medidas en epidemiología. Salud pública de México, 42(4), 337-348.

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Documentos electrónicos

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Cómo citar

López, J., Macedo, L., Robles, V., Huerta, C. y Ríos, A. (2021). Ocurrencia de la Enfermedad. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/Facultad de Medicina-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo)