En cada caso, selecciona la casilla que indique cómo te has sentido o cómo has enfrentado cada situación.



1. En el último mes, ¿con qué frecuencia te has sentido afectado por algo que ocurrió inesperadamente?
2. En el último mes, ¿con qué frecuencia te has sentido incapaz de controlar las cosas importantes en tu vida?
3. En el último mes, ¿con qué frecuencia te has sentido nervioso o estresado?
4. En el último mes, ¿con qué frecuencia has manejado con éxito los pequeños problemas irritantes de la vida?
5. En el último mes, ¿con qué frecuencia has sentido que has afrontado efectivamente los cambios importantes que han estado ocurriendo en tu vida?
6. En el último mes, ¿con qué frecuencia has estado seguro sobre tu capacidad para manejar tus problemas personales?
7. En el último mes, ¿con qué frecuencia has sentido que las cosas van bien?
8. En el último mes, ¿con qué frecuencia has sentido que no podías afrontar todas las cosas que tenías que hacer?
9. En el último mes, ¿con qué frecuencia has podido controlar las dificultades de tu vida?
10. En el último mes, ¿con qué frecuencia has sentido que tenías todo bajo control?
11. En el último mes, ¿con qué frecuencia has estado enfadado porque las cosas que te han ocurrido estaban fuera de tu control?
12. En el último mes, ¿con qué frecuencia has pensado sobre las cosas que te faltan por hacer?
13. En el último mes, ¿con qué frecuencia has podido controlar la forma de pasar el tiempo?
14. En el último mes, ¿con qué frecuencia has sentido que las dificultades se acumulan tanto que no puedes superarlas?

Estrés en un grado manejable o bajo. Intenta fortalecer tus estrategias de enfrentamiento del estrés para que se mantenga en este nivel. Estrés moderado. Aplica y ejercita las estrategias para controlar el estrés, con el fin de que tengas mejores formas de lidiar con situaciones estresantes y el estrés no avance a grados mayores. Estrés elevado. Sería conveniente que buscaras atención profesional para que no haya consecuencias mayores.