La Teoría de la Complejidad de Morin: Hacia una Psicología Social Compleja

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Introducción


La complejidad es una forma de analizar y reflexionar sobre algunos aspectos de la naturaleza humana, la sociedad y el pensamiento; implica un entremezclado de propiedades cualitativas de los sistemas, y representa un nuevo punto de vista sobre lo que es la realidad, la cual, según algunos autores como Muné (2005) y Pastor y León (2007), suele ser más compleja de lo que podamos creer.

Para abordar la complejidad se reconocen dos corrientes principales: complejidad restringida, característica de las llamadas ciencias de la complejidad o ciencias de los sistemas complejos, desarrolladas en el mundo anglosajón —tal es el caso de los modelos matemáticos y la simulación computacional—; y la complejidad general, propia del pensamiento complejo propuesto por Morin. En el primer caso, la complejidad es vista como ciencia y, en el segundo, como un método. (Rodríguez y Leónidas, 2011)



Persona reflexionando sus posibilidades.

Análisis y reflexión

Distinguir aquellos conceptos de la teoría de la complejidad que se desprenden del trabajo de Morin, para vincularlos con la práctica del psicólogo(a) social en el diseño de programas de intervención.

Lo disciplinar, multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar


Aunque para el conocimiento científico se requiere de un cierto grado de especialización, se corre el riesgo de que éste no guarde relación con otros conocimientos.

Para los centros de investigación, la división disciplinar ha sido benéfica en tanto que se ha podido analizar y explicar los fenómenos; sin embargo, fragmentar los problemas para ser atendidos por un área de especialización ha conducido a perder el sentido y significado en su conjunto; por lo anterior, se ha reconocido la importancia del cruce e intersección propio de la inter y transdisciplina.

Disciplina Pluridisciplina o multidisciplina Interdisciplina Transdisciplina
Es una manera de organizar el conocimiento científico. Cada disciplina desarrolla un lenguaje, técnicas y teoría propia. Con los aportes de diversas miradas o disciplinas, es posible enriquecer el objeto de estudio, aunque cada disciplina conserva sus límites Es posible realizar un análisis de los fenómenos a la luz de distintas disciplinas, las cuales comparten sus métodos y conceptos para un mayor y mejor entendimiento. Implica un proceso de construcción de conocimiento a partir del trabajo teórico-empírico; la idea es cruzar las fronteras disciplinarias para la construcción del conocimiento que es formulado en un primer momento de manera disciplinar.

Diferentes maneras para explicar la realidad: los paradigmas de la simplicidad vs. la complejidad



¿Alguna vez te has preguntado qué es la realidad? ¿Existe una sola realidad?

A lo largo de los años, la realidad ha tratado de ser explicada por filósofos y científicos. La palabra realidad viene del latín realitas que se refiere a un algo que existe, y que posee determinadas cualidades y características, es algo que podemos percibir por medio de los sentidos.



Persona con lentes de realidad virtual.

La realidad



Relación entre la realidad y conocimiento


Si la realidad no es simple, tampoco puede serlo el conocimiento. Dilucidar sobre lo que implica el acto de conocer y la esencia del conocimiento, han sido las grandes preocupaciones de la humanidad. Debido a esto es que existen diversas maneras de explicarlo.

El conocimiento puede referirse a la cantidad de información que se posee, o a las aptitudes (acciones que se pueden realizar con eficacia), así como a las estrategias que guían la acción de una tarea, distintos autores como Rodrigo, Rodríguez y Marrero (1993) han propuesto dos formas de conocimiento: el lego, cotidiano o de sentido común, y el conocimiento científico.



Conocimiento lego
Persona creando artesanías con barro.

CUED. (2018). Conocimiento común [imagen].

Conocimiento científico
Científica con microscopio.

CUED. (2018). Conocimiento científico [imagen].

•Posee una estructura conceptual
intuitiva para explicar los fenómenos.
•Se construye mediante
procesos de socialización primaria.
•Tipo de conocimiento crítico y reflexivo.
•Posee un lenguaje especializado.

•Conocimiento cotídiano


Jiménez, C. (2017). Conocimiento lego, cotidiano [gráfico].



•Conocimiento científico


Jiménez, C. (2017). Conocimiento científico [gráfico].


•Enfoques o paradigmas

La polémica respecto a lo que debe reunir una disciplina para que su conocimiento se considere científico es muy antigua, y si partimos de la noción de paradigma propuesta por Kuhn, en la cual se explica la existencia de diversos modos de conocer o modelos de acción para la búsqueda de conocimiento, podemos identificar distintas manera de agrupar las posiciones.

Mardones (1991), en el contexto del debate sobre el proceso de toda investigación científica, propone tres posturas: la empírico–analítica, la fenomenológica-hermenéutica y la dialéctica o crítico-hermenéutica, cada una de las cuales explica lo que es el conocimiento, cómo se obtiene y cuál es su valor. Padrón (1994), al destacar la importancia del método científico plantea la existencia de tres enfoques: el empírico-inductivo, el racionalista-deductivo y el fenomenológico-introspectivo. Morin (1994) distingue entre el paradigma positivista cartesiano o de la simplicidad y la complejidad, cuya principal diferencia estriba en la manera de considerar la realidad.

Propone la existencia de un conocimiento objetivo de la realidad, el cual está interesado en la formulación de leyes generales que permiten explicar los hechos.

Plantea que el conocimiento está enmarcado en lo cotidiano, además de que, dado que existe una vinculación entre el investigador y la realidad, la ciencia es producto de lo histórico.


Sugiere que el conocimiento surge de las interacciones del hombre y propone el diálogo intersubjetivo como la base de la ciencia.

Considera que el conocimiento es la representación verdadera de un mundo objetivo, se construye a partir de datos evidentes, por lo que la generalización probabilística es el único método válido.

Concibe al conocimiento como aquella explicación verosímil y provisional del mundo al que sólo es posible acceder por medio de referencias intersubjetivas; y el método válido es aquél que permite la construcción de teoría a partir de conjeturas que se desprenden del análisis de casos particulares.

El conocimiento implica una comprensión esencial del mundo a través de construcciones simbólicas. El método es la introspección o búsqueda vivencial, interactiva y participativa de todos los implicados.

Simplicidad vs complejidad


Como vimos anteriormente existen diversos paradigmas, en este apartado nos enfocaremos principalmente en dos: el cartesiano- positivista o también llamado de la simplicidad y el de la complejidad.



Diversos científicos.

Paradigmas

•Paradigma positivista

El paradigma cartesiano-positivista es lógico y responde las preguntas de la siguiente manera.

Para este paradigma el conocimiento planea dos hipótesis: la ontológica sugiere que el mundo existe de manera objetiva, independiente del observado. Postula la idea de un conocimiento que es objetivo, independiente de quien lo piensa; algo separado del mundo. La hipótesis determinista, de manera similar, plantea la existencia de una regulación del mundo. Propone una relación causa-efecto y la ciencia ha de descifrar esta relación.

Con base en lo anterior, para este paradigma, el conocimiento se obtiene mediante el análisis de sus partes. Dividir para mejor entender.


Respecto al valor del conocimiento, el paradigma tradicional señala que existe una separación entre lo científico y lo cotidiano.


•Paradigma de la complejidad

Este paradigma, de acuerdo con Morin, señala que el conocimiento no tiene necesariamente un inicio y un fin como se pensó por mucho tiempo, sino que tiene un punto de partida histórico, pero no un término, y que se mueve en espiral. La manera en que este paradigma responde las tres interrogantes es:


Silueta humana con diversas imágenes dentro de esta.

Complejidad


El conocimiento, según este paradigma, es explicado desde la fenomenología y la teleología. La primera señala que se puede acceder al mundo a través de nuestras representaciones, no de manera objetiva; por lo anterior, la verdad absoluta no es posible, ya que somos seres contextualizados. La hipótesis teleológica se relaciona con la anterior, pero profundiza al decir que todo acto de conocimiento implica una intencionalidad; el sujeto que opera el conocimiento influye en el conocimiento mismo. Es así como el discurso científico recupera al “yo” propio del observador.

Respecto a la forma en que se obtiene el conocimiento, el paradigma complejo sugiere la necesidad de considerar los fenómenos como un conjunto de elementos e interrelación. Implica el entrecruzamiento de las representaciones.


En cuanto al valor del conocimiento, Morin menciona a la ecología de la acción como respuesta al valor del conocimiento. El acto de conocer es inseparable de lo ético.


Actividad. Paradigma de la simplicidad vs. la complejidad

La complejidad, desde el paradigma científico emergente, abre su mirada a una manera distinta de hacer ciencia y que propone la necesidad de una teoría que permita analizar los fenómenos complejos a partir de una metodología que permita detectar las ligazones y articulaciones entre los saberes. (Rodríguez y Leónidas, 2011)

La complejidad y el pensamiento complejo de Morin


A lo largo del siglo XX, el concepto de complejidad se identifica en todos los ámbitos; se habla de realidad compleja, de relaciones complejas de la ciencia y de la ciencia de la complejidad. Como ya se mencionó, existen diversas perspectivas que permiten analizar la realidad considerada compleja, tal es el caso del enfoque de sistemas de Bertanlanffy, el pensamiento complejo de Morin, los sistemas complejos y dinámicas no lineales.

Edgar Morin es el autor de la postura que destaca la importancia del análisis de la realidad a partir de lo que se denomina pensamiento complejo. La necesidad de construir un pensamiento complejo queda clara en los siete principios básicos que plantea Morin.



El paradigma de la complejidad de Morin ha sido retomado en diversos ámbitos. Su utilidad puede ser ejemplificada si analizamos la forma en que las personas enfrentan la incertidumbre en las situaciones de la vida y en las que el error está presente, pues esto lleva a los individuos a reflexionar sobre la manera en cómo puede enfrentarlo, prevenirlo e inclusive conceptualizarlo.

El pensamiento de Morin, según diversos autores como Gallegos (2005), Pastor y León (2007) y Rodríguez y Leónidas (2011), representa una de las vertientes sociales más populares de las últimas épocas.

Morin propone que la sociedad es producto de las interacciones entre individuos, pero a su vez retro-actúa sobre los individuos y los produce, propone que la psicología social ha de contribuir en el análisis e interpretación de esta sociedad cambiante.

Complejidad y ciencias sociales


 Perfil humano y dentro de estas ramificaciones.

Realidad compleja





Tomando como base que los fenómenos del mundo son complejos y que los seres humanos son sujetos actuantes, con una autonomía que no se disuelve por la realidad de las estructuras sociales, sino que desarrollan en la vida cotidiana, hechos, acciones que les permiten construir un conocimiento social basado en acciones colectivas, conocer la realidad social permite la construcción de la realidad.
Si la realidad social es compleja, además de que representa la totalidad o la suma de todos los fenómenos, conocerla puede ser complicado; esta condición lleva a que los sujetos se conviertan en observadores que elaboran sus propias interpretaciones.






Lo anterior representa un reto para el psicólogo(a) social, pues al pensar a los sujetos en tanto sus ambivalencias, incertidumbres e insuficiencias, su participación en programas de intervención/prevención, cuya finalidad sea mejorar la calidad de vida o disminuir las dificultades de alguna población en particular, debe estar enfocada en acciones que permitan que las personas o los integrantes de una comunidad sean partícipes de su propia transformación hacia la mejora.
Psicólogo social en diversas intervenciones

Psicología social

La psicología social compleja


La intervención en psicología tiene diversas acepciones, debido a que responde o pertenece a diversos enfoques y modelos. Maiquéz y Capote (2001) proponen la existencia de dos modelos básicos: el clínico y el comunitario.


Modelo clínico Modelo comunitario
Tiene por objetivo el tratamiento de diversos tipos de problemas que causan un malestar o conflicto a un individuo, de este modo, la intervención se centrará en la atención de problemas. Se fundamenta en la búsqueda de explicaciones de la realidad. Se trata de diseñar actividades para que las personas puedan apropiarse de conocimientos y destrezas para incrementar sus posibilidades de autodeterminación, promoviendo el cambio hacia un mayor bienestar psicológico y social.
La intervención buscará el cambio a través de un proceso de interacción que optimice el ajuste entre las necesidades psicosociales de los individuos y las ayudas o provisiones sociales y emocionales que reciben. No se refiere a tratar al individuo sino trabajar con él (ella). (Montero, 2004)

Y el papel del psicólogo…


Psicólogo en una intervención grupal

La realidad

Montero (2004) explica que al superar los enfoques centrados en las carencias y patologías, el enfoque de intervención psicosocial propone que el papel del psicólogo(a):



Sea proactivo, dado que lo concibe como agente de cambio que se plantea la meta de la prevención antes que en la atención de crisis o situaciones problema;
Busque maximizar las habilidades de los individuos trabajando con y desde la comunidad; así se pretende contribuir en la transformación personal y de su entorno social.


Bajo la idea anterior, la intervención psicológica, lejos de considerarla como la aplicación de principios y técnicas por parte de un profesional acreditado y experto, se espera que esté enmarcada en una actuación proactiva que contribuya a que las personas comprendan sus problemas para reducirlos, superarlos o a prevenir su ocurrencia, pero también puede ser entendida como el proceso de apoyo para el cambio o la mejora en el que no necesariamente está implicado un problema.

Elaborar un programa de intervención bajo la anterior idea significa proyectar y planear una serie de acciones que conducir a provocar el cambio con la rigurosidad y sistematización que requiere toda intervención. Podemos decir que el diseño consiste en una planificación del cambio.


Autoevaluación. Intervención compleja, simple o transdisciplinaria

Considerando que una de las actividades de un(a) psicólogo(a) es el diseño y aplicación de un programa de intervención, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran en instituciones de salud, en asilos que alojan a personas de edad avanzada (con más de 60 años) o en instituciones.


Fuentes de información

Básicas

Bibliografía

Bonil, J., Sanmartí, N., Tomás, C. y Pujol. R. M. (2004). Un nuevo marco para orientar respuestas a las dinámicas sociales: el paradigma de la complejidad. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, pp. 5-19.

Máiquez, M.L. y Capote C. (2001). Modelos y enfoques de intervención familiar. Intervención psicosocial. Vol. 10(2), pp. 185-198.

Mardones, J. M. (1991). Filosofía de las ciencias humanas y sociales: materiales para una fundamentación científica. Barcelona: Anthropos.

Morin, E. (2004). Epistemología de la complejidad. En Morin, E. (1999). L’intelligense de la complexite (p. 43-77). París: L’Harmattan.

Moreno, M. J. (2011). Cuatro Principios fundamentales para la formación de psicólogos. Reflexiones en torno a la definición de psicología propuesta en la Ley 1090 de 2006. Poiésis. Revista electrónica de Psicología. FUNLAM, (21), pp. 1-8.

Montero, M. (2004). Introducción a la Psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos. Buenos Aires: Paidós.

Muné, F. (2004). El retorno a la complejidad y la nueva imagen del ser humano. Hacia una psicología compleja. Revista Iberoamericana de Psicología, 38(1), pp. 23-31

Padrón, J. (1994). Elementos para el análisis de la investigación educativa. Revista de Educación y Ciencias Humanas, 11(3) pp. 13-42.

Pasek, E. y Matos, Y. (2006). Cinco paradigmas para abordar lo real. Telos: Revista de estudios interdisciplinarios en Ciencias Sociales, 8(1), pp. 106-121.

Pozo, J.I. (1996). Aprendices y maestros. Madrid. Alianza editorial.

Rodrigo, M.J. Rodríguez, A. y Marrero, J. (1993). Las teorías implícitas: una aproximación al conocimiento cotidiano. Madrid: aprendizaje/Visor.

Documentos electrónicos
Gallegos, M. (2005). Algunas consideraciones epistemológicas sobre las teorías del caos y complejidad [Versión electrónica]. XII Jornadas de Investigación y Primer encuentro de Investigadores del Mercosur, pp. 347-350. Consultado el 27 de febrero de 2018 de https://www.aacademica.org/000-051/27

Pastor, J., y León, A. (2007). Complejidad y psicología social de las organizaciones [Versión electrónica]. Psicothema, 19(2), pp. 212-217. Consultado el 27 de febrero de 2018 en http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72719205

Rodríguez, R. y Leónidas, J. (2011). Teorías de la complejidad y ciencias sociales. Nuevas estrategias epistemológicas y metodológicas. Nómadas. Revista de Ciencias Sociales y Jurídicas, 30(2). Consultado el 9 de marzo de 2018 de https://webs.ucm.es/info/nomadas/30/rdzzoya_aguirre.pdf


Cómo citar

Jiménez, C. (2019). La Teoría de la Complejidad de Morin: Hacia una Psicología Social Compleja. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/FES Iztacala-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo)