El ensayo académico

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Introducción


En el ámbito escolar los alumnos suelen ser calificados a través de un ensayo, pero no siempre queda claro qué características tiene este escrito, pues existe una distancia entre los ensayos de creación literaria producidos por grandes escritores consagrados y los textos académicos que implican una investigación previa y una organización de datos. Por lo tanto, es importante determinar qué características son las fundamentales para ejecutar la redacción de un ensayo académico.





José Luis Gómez-Martínez (2005), “El ensayo” [Esquema]

Identificar las características básicas del ensayo a través de diferentes definiciones, para diseñar y elaborar un trabajo académico de este tipo.

El ensayo académico


El ensayo es un género discursivo que pertenece a los trabajos académicos de investigación, Alfonso Reyes (1936) dijo que el ensayo era “el centauro de los géneros”, porque dentro de él podían caber diferentes posibilidades discursivas hasta formar una hibridación de diferentes géneros, es pues, un género combinatorio que a pesar de esta abigarrada combinación conserva un tono de belleza.

Se trata, quizá del más complejo de los géneros, pues en su definición no se presentan características determinantes, sino que se prefiere dejar espacio a la libertad creativa de quien lo escribe, por ello se ha dicho que la característica más importante para que un escrito sea considerado es la estética, sin embargo, esta posición nos deja en desventaja a quienes no tenemos una escritura sumamente entrenada y con un estilo propio.

En el ámbito escolar a nivel superior y medio superior, es muy frecuente que los maestros acostumbren pedir un ensayo a sus alumnos para evaluarlos y entonces algunos estudiantes se enfrentan a la dificultad de cumplir con unas expectativas vagas y frustrantes pues los ejemplos que tienen más cercanos son los de los grandes escritores conocedores de su oficio.

Hay dos factores muy importantes que debes recordar cuando debas escribir un ensayo:

El primero es que hay diferentes tipos de ensayo, y el segundo, que dependiendo del público a quien va dirigido el ensayo es que decidiremos qué característica privilegiar.

Por tanto, cuando nos enfrentamos a escribir un ensayo lo primero es pensar en seleccionar un tema y quién leerá nuestro escrito, puede ser el profesor o bien un público más amplio, pero esto nos ayudará a determinar sus características.

Por ejemplo, ¿Qué extensión debe llevar un ensayo? Y ¿Con qué grado de profundidad se debe tratar el tema seleccionado? La mayoría de las veces estos criterios se suelen fijar por razones prácticas, ya sea en el ámbito escolar el profesor, determina cuál será la extensión y los requisitos; pero recuerda que los profesores entienden que el ensayo es un instrumento de evaluación porque tendrás la absoluta libertad de explotar todos los recursos de expresión que hayas sido capaz de desarrollar para comunicar todo lo que has aprendido a lo largo del curso.

Por tanto, no se trata de escribir como un erudito, sino por el contrario, sistematizar de manera adecuada todas tus clases, lecturas, tus búsquedas en la biblioteca y las reflexiones a las que hayas llegado respecto al tema.

Michael de Montaigne


En 1580, Montaigne, el creador del ensayo moderno, escribió lo siguiente:

Es el juicio instrumento para todos los temas y en todo se mete. Por este motivo, en los ensayos que de él hago aquí, aprovecho toda ocasión. Si es tema del que nada entiendo, por ello mismo lo pruebo, midiendo el vado desde muy lejos; y después hallándolo demasiado profundo para mi talla, quédome en la orilla; y este reconocer la imposibilidad de atravesarlo, es una muestra de su efectividad, y una incluso de las que se jacta (Montaigne, 2010: 368).

El ensayo como un trabajo semestral es finalmente, un trabajo de investigación, por lo que no necesariamente debemos pretender saberlo todo antes de escribir un ensayo sino sólo estar informados y haber realizado de manera oportuna una investigación, practicar la escritura y visualizar qué tan bien podemos exponer el tema para tomar una perspectiva, mirándolo desde “la orilla”, o bien profundizar en ello.

Lo anterior deviene de un instinto innato del humano por indagar; la investigación está presente en todos los momentos de la vida, nuestra especie siempre desea conocer el mundo que la rodea, y por ello observamos nuestro entorno constantemente. Y como no sólo realizamos investigaciones in situ, es decir, el análisis de un fenómeno en el mismo lugar sin modificar las condiciones en las que naturalmente se encuentra, sino que somos capaces de problematizar la realidad para darle otra forma organizativa (futuro), o para explicarla de modos muy diversos, por tanto, desde el mundo académico y científico se han construido formas complejas (por su nivel de abstracción) de llevar a cabo estos cometidos.

Montaigne cuenta la manera de confeccionar un ensayo: “tomo al azar el primer tema que se me presenta. Todos me son igualmente buenos. Y jamás pretendo tratarlos por entero.”, es decir, ningún tema está agotado por completo ni se pretenderá tratarlo enteramente en un ensayo, por lo que se debe delimitar.

Michel de Montaigne, fue un filósofo, escritor, humanista y moralista francés del Renacimiento.

(s. a.) 2005. Michel de Montaigne. [Ilustración]. Tomada de: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Michel_de_Montaigne_1.jpg

José Ortega y Gasset


Es cierto que cualquier argumento puede ayudarnos a demostrar nuestro objetivo en un ensayo, pues todos son igualmente importantes, pero para ordenar todas nuestras ideas necesitamos de un método de trabajo. José Ortega y Gasset propone explorar un tema a través de un ensayo para llegar a una generalización, cuando definió los ensayos así:


Carecen por completo de valor informativo […]. Se busca en ellos lo siguiente: dado un hecho —un hombre, un libro, un cuadro, un paisaje, un error, un dolor—, llevarlo por el camino más corto a la plenitud de su significado. Colocar las materias de todo orden, que la vida, en su resaca perenne, arroja a nuestros pies como restos inhábiles de un naufragio, en postura tal que dé en ellos el sol innumerables reverberaciones (1914: 12).


En esta definición, el filósofo español nos propone la introducción de un método de trabajo para elaborar un ensayo que puede ir, según su visión, de lo particular a lo general, pero de igual manera propone que tú puedes practicar poniendo en diferentes órdenes la información y los recursos con los que cuentes con la finalidad de que obtener el significado de sus relaciones de la manera más eficaz.


Donald W. Bleznick


Donald W. Bleznick fue un ensayista y crítico literario de principios del siglo XX, él propuso una definición muy acertada que reúne muchos de los elementos importantes en un ensayo:


“El ensayo puede definirse como una composición en prosa, de una extensión moderada, cuyo fin es más bien el de explorar un tema limitado que el de investigar a fondo diferentes aspectos del mismo.” (Bleznick, Apud, Martínez, 1981)

De esta manera debemos comprender que el fin del ensayo es utilizar distintos métodos para lograr un objetivo comunicativo.

Dentro de este género académico, la originalidad está determinada por la creatividad de quien escribe, pues no se trata sólo de declarar hechos y datos sino de informar las relaciones que se suscitan a partir de los hechos, por lo tanto, podemos echar mano no sólo de los datos duros sino incluso realizar una mezcla de saberes previos, conocimiento del tema, nuestra visión del mundo y creatividad, se conjuntan para defender una idea central, con respecto a un fenómeno cultural, intelectual o un suceso de nuestro tiempo, digno de ser razonado desde una perspectiva poco predecible y que aporta elementos para comprenderlo.


María Teresa Sarafini

Así pues, siguiendo a María Teresa Serafini (2009):

El ensayo académico es un tipo de producción escritural propuesta dentro del marco más amplio que el de una comunidad científica (ya sea del área social, humanística, o de las ciencias exactas), que busca argumentar, de forma creativa, pero no por ello sin claridad, una postura con respecto a un problema, suceso, obra de interés, a un determinado lector, generalmente –en el caso del ensayo académico– a miembros de la comunidad académica común.

El ensayo, por tanto, puede ser de tipo argumentativo-expositivo o bien descriptivo-narrativo. Cuando el ensayo es argumentativo-expositivo se distingue de otros trabajos académicos de investigación porque contiene una tesis. La tesis será la posición desde la que nosotros escribimos y en la que radica la expresión de nuestro aprendizaje y determina el carácter argumentativo de nuestro escrito y guiará al lector por nuestra posición sobre el tema, por lo que consiste, entonces en la idea que queremos demostrar o defender en nuestro escrito.

María Teresa Serafini ha mencionado que nuestro escrito debe girar en torno a este punto medular, por lo que nos aporta una serie de recomendaciones para poder determinar la tesis de nuestro ensayo, lo primero que menciona es que nuestra posición debe estar bien fundamentada y motivada antes de iniciar la escritura, pues si este paso se omite, se corre el riesgo de contradecirse en el transcurso de la exposición escrita luego de ver juntos todos los argumentos y sus posibilidades.

La autora nos ayuda a determinar la tesis, como explicaremos a continuación. La idea central debe estar formulada al principio del escrito y debe tener una estructura clara que no sólo ordene la información que se tiene a la mano, sino que muestre una posición y una perspectiva que proporcione interés a nuestro escrito. De tal manera la tesis debe contener un sujeto y un verbo que constituyan una oración completa y ésta debe predecir algo sobre el sujeto. Nos podemos ayudar si añadimos imaginariamente un “yo pienso que…” antes de la oración.

Por otra parte, si el ensayo se trata de un ensayo descriptivo-narrativo no será necesario presentar ideas, sino hechos, datos, descripciones de lugares o personas como señala la misma autora. En estos casos, el interés radica en la presentación de un punto de vista. En estos casos no se deja de abordar el objeto de estudio de forma problemática, sino que se focaliza la atención en uno de sus aspectos.


Las citas: una característica opcional


Finalmente, existe una polémica sobre la pertinencia de citar e incluir referencia de las fuentes en un ensayo. Lo que debes tomar en cuenta para resolver este dilema, nuevamente es a quién va dirigido y los fines para los que se escribe el ensayo, normalmente los ensayos en los que no encontramos citas ni referencias son los que van dirigidos a un público amplio que puede no estar relacionado con el ámbito académico, por el contrario si nuestro objetivo es presentar el ensayo como parte de una evaluación escolar será necesario que se incluyan todos los datos posibles para que nuestro lector sea capaz de identificar cuál es la referencia para corroborar la información.

Recuerda que las citas y toda la notación del aparato crítico funciona como un sistema de referencias para ayudar a nuestro lector a comprobar la información, pero también la de apoyar nuestras perspectivas o nuestras tesis, de tal manera que siempre será útil incluir de manera completa la mayor cantidad de datos, para ello debemos apoyarnos del sistema de manejo de información, por ejemplo: sistema Chicago, APA, MLA, entre otros, para brindar fidelidad a los argumentos, precisión a las ideas, así como el demostrar que conocemos el estado actual del asunto, mediante el manejo y referencia de las fuentes pertinentes.

El aparato crítico es la forma honesta de declarar las fuentes que construyeron nuestro pensamiento y la erudición radicará entonces en la forma en que sistematizamos nuestras búsquedas de información a través de las citas, por lo que este tema también requiere un amplio estudio.

Actividad. Características del ensayo académico

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Para poder escribir un ensayo de tipo académico es necesario poder identificar cuáles son las características básicas; es importante reconocer que éstas se han ido formando a lo largo de la historia, pero que hoy en día tienen un significado sólido que funciona como un criterio para determinar la forma final de un ensayo.

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Autoevaluación. Diseño y elaboración de un ensayo

En la realización de un ensayo, a menudo surgen algunas dudas sobre su desarrollo, pues a lo largo de la historia diferentes autores han propuesto según sus definiciones, diferentes características sobre el ensayo, para solucionarlo es necesario leer cada una de ellas como los elementos básicos requeridos en un ensayo.


svg Fuentes de información

Básicas


Bibliografía

Reyes, Alfonso (1936). “Notas sobre la inteligencia americana”, en Obras completas, IV. México: FCE, 1956: pp. 82-90.

Montaigne, Michel de (2014). Ensayos. Madrid: Cátedra.

Gómez Martínez, José Luis (1981). Teoría del ensayo. Ediciones Universidad de Salamanca. España.

Serafini, María Teresa (2009). Cómo redactar un tema. Didáctica de la escritura. México: Paidós.

Complementarias

Bibliografía

Alonso, Martín (1990). Ciencia del lenguaje y arte del estilo. México: Aguilar.

Maqueo, Ana María (2016). Redacción. México: Trillas.

Martín Vivaldi, Gonzalo (1999). Curso de redacción. Del pensamiento a la palabra. Teoría y práctica de la composición y del estilo. México: Paraninfo.

Serafini, Ma. Teresa (1996). Cómo se escribe. México, Paidós (Instrumentos Paidós, 12).


Cómo citar

Mejía, A. (2018). El ensayo académico. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/FES Acatlán-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo)